Torres gemelas
Estadio y casino
Felipe W. Calderón
El periodista Millán
Contra violencia, unidad
El presidente Cárdenas prohibió los casinos en 1938
Los mafiosos de Las Vegas se estaban colando
El decreto de Fox y Creel a favor de Televisa
Historia breve de una gran aventura
Gobierno: tarde, como siempre
Casinos y crimen organizado
PAN y PRI: ¿sorprendidos?
México. Perfil ocupacional 2010
Responso por Manolo/ II
La exportación, el futuro deportivo y económico del futbol mexicano
n atentado suicida perpetrado ayer en una mezquita de Bagdad dejó un saldo de 30 muertos y un número igual de heridos: una lamentable muestra más de que Irak, a más de ocho años de la invasión estadunidense, no ha logrado recuperar la normalidad y la convivencia pacífica. La ocupación militar que siguió a la agresión militar de 2003 se tradujo en una polarizada violencia facciosa que ha dejado centenares de miles de muertos. Diversos analistas han apuntado la posibilidad de que la proliferación de cruentos atentados en las principales ciudades de Irak no haya ocurrido a pesar de la presencia militar estadunidense y británica, sino más bien impulsada por los propios invasores a fin de dividir a la sociedad iraquí, debilitar cualquier intento de resistencia y generar justificaciones para alargar la ocupación.
Nochixtlán solicitan ayuda a Gabino Cué
olicito audiencia con el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, para plantearle de manera directa los problemas que atraviesa mi comunidad, ya que desde el 14 de julio se encuentra bloqueado su acceso principal por la comunidad de San Miguel Tecomatlán y en cualquier momento puede estallar la violencia.
lgunos despistados han criticado a José Narro, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por sus mensajes de carácter público dirigidos no solamente a los universitarios, sino a la ciudadanía en general. En este sentido resulta una rara avis porque hacía tiempo que un rector de la máxima casa de estudios no se pronunciaba tan clara y frecuentemente sobre los problemas nacionales, siempre con extrema pertinencia. Y, cumpliendo una responsabilidad asumida, hacer las veces de real conciencia nacional pedagógica y orientadora.
K
adafi se desmorona
, dice la cabeza de El País del martes 23 de agosto. El día anterior había destacado en su primera plana que los rebeldes habían roto la defensa de Muammar Kadafi y entraban a Trípoli. Persiguen y capturan a dos de los hijos del dictador, y van dejando las calles llenas de muertos. Sus ya pocos partidarios caen allí, después de ejecuciones sumarias que Naciones Unidas acaba por exigir el fin de las represalias.
ecientemente estuvo en México el multifacético David Byrne, al que muchos conocen por haber sido 17 años líder de la banda Talking Heads, o por ser un artista plástico reconocido que tiene tiempo hasta para dirigir películas. Algunos más lo conocen por sus escritos. Precisamente durante su estancia apareció en librerías su octavo libro: Diarios de bicicleta, editado por Sexto Piso con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
as noticias terribles, truculentas, se suceden una a la otra para asombro y preocupación de todos; no acaban los programas amarillistas de la televisión de hacernos ver, tres, diez, cien veces la escena de la gente corriendo en el estadio, por pánico explicable al escuchar tiroteo, cuando tienen que retirarlas para sustituirlas por otras, mucho más terribles, de un casino de juego del que salen llamas y humo y del que se retiran muertos y heridos por un incendio intencional y, otra vez, por salidas de emergencia bloqueadas.
l día siguiente de la reciente matanza en Monterrey, el presidente Calderón se refirió en su discurso a la impunidad rampante que se vive en el país
. Expresó así algo que los ciudadanos sabíamos ya demasiado bien y padecemos directamente sus consecuencias.
o puede minimizarse el ascenso político de militares, marinos y policías de origen castrense desde que Felipe Calderón se hizo de la presidencia de facto mediante procedimientos documentadamente facciosos e ilegales. Es un hecho innegable, no siempre explícito, en buena parte del territorio nacional y con base en una nueva idea de la seguridad nacional sin sus tradicionales resonancias en términos de soberanía o independencia. Esta sería una de las explicaciones de la triste, desangelada y poco prestigiosa celebración del bicentenario en 2010, en contraste con los festejos, bastante más espontáneos y alegres, de las también bicentenarias independencias bolivarianas y del Cono Sur.