El presidente Felipe Calderón Hinojosa insistió en asegurar que no existe riesgo de una nueva crisis económica, e incluso señaló que a nivel internacional México ya se empieza a diferenciar de otras naciones con economías emergentes que reportan un crecimiento notable, pero con riesgo de sobrecalentamiento, mientras el país crece de manera moderada pero sin sobrecalentamiento.

Declaró lo anterior durante la ceremonia por el 137 aniversario de la fundación de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de la ciudad de México, donde reconoció que ante el escenario internacional y lo que sucede en las naciones europeas, debemos estar preparados.

Explicó que a lo anterior se debe la decisión de mantener fimeza y disciplina en las finanzas públicas, con recortes presupuestales cuando son necesarios, como ocurrió en 2009; además de un déficit público bajo, actualmente de menos de uno por ciento. También es necesaria una estrategia que acelere los cambios económicos que para el caso mexicano se refiere a concretar las reformas estructurales.

No importa, dijo, que se trate del penúltimo año de gobierno y tampoco deberían influir los tiempos electorales para que los legisladores aprueben las reformas indispensables en los ámbitos laboral y de las telecomunicaciones, por ejemplo.

Antes, el presidente de la Canaco, Arturo Mendicuti Narro, advirtió sobre el peligro que se cierne sobre el país de una nueva crisis de alcances impredecibles, y confió en que las autoridades atenderán las recomendaciones del sector empresarial, a fin de enfrentar tal situación.

Los integrantes del organismo acudieron ayer a la residencia oficial de Los Pinos para la celebración. Ahí, Calderón reconoció que no han sido tiempos fáciles, y a pesar de las acciones gubernamentales soy muy consciente de que hay miles y miles de mexicanos que están buscando un empleo o no están satisfechos con lo que están ganando en sus trabajos.

También se refirió a los muchos emprendedores que no tienen ventas. Por eso, para superar la adversidad se requiere perserverar en la ruta de la transformación económica del país hacia una economía libre, abierta y competitiva, señaló.

El foro también le sirvió para, nuevamente, señalar las diferencias entre la crisis de 2008 y 2009, que se originó en Estados Unidos y tuvo repercusiones en México, mientras en otras anteriores, durante los gobiernos priístas, se incurrió en excesos de déficit público, existía imposibilidad para pagar la deuda y se realizaron ajustes severos en el sector real, indicó.