Sábado 2 de julio de 2011, p. 20
Líderes de organizaciones de derechos humanos, encabezados por el lingüista y escritor Noam Chomsky, así como activistas, académicos y sindicalistas, firmaron una carta de solidaridad en la que denunciaron las precarias condiciones en las que se encuentran los presos –algunos de ellos en huelga de hambre– en la cárcel de La Tramacúa en el departamento de César, Colombia.
En la misiva, firmada por 136 personajes, se detalla que el pasado 19 de junio fue anunciada una huelga de hambre en ese centro penitenciario con la participación de 54 reos. Para el 22 de junio, ocho se cosieron los labios y se niegan a recibir alimento por cualquier vía en protesta a las violaciones a los derechos humanos a la que son sometidos.
En el texto se informó sobre las aberrantes condiciones en las que se encuentran los internos, quienes son torturados, y se ejerce violencia contra ellos, en especial los prisioneros políticos. Además, se detalla que el agua potable sólo está disponible 10 minutos al día, en un lugar donde la temperatura está sobre los 40 grados centígrados.
La carta también denunció la insalubridad en los baños.
Estudios bacteriológicos han detectado presencia de coliformes –especialmente del género escherichia, que identifica la presencia de materia fecal– en los alimentos que consumen los internos.
Los firmantes pidieron el cierre de dicha prisión y que los presos sean transferidos a otras cárceles cerca de sus familiares.
Tristemente célebre
La Tramacúa es la prisión más tristemente célebre. Fue acabada en 2000 y construida como parte de un acuerdo entre Estados Unidos y Colombia, llamado Programa para el mejoramiento del sistema carcelario colombiano.
Copias de la carta serán enviadas al presidente colombiano, Juan Manuel Santos; al ministro del Interior y Justicia, German Lleras, y a miembros de Congreso colombiano, así como al presidente estadunidense, Barack Obama; la secretaria de Estado, Hillary Clinton, el Congreso estadunidense y a la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Además de Chomsky, la carta fue firmada por Medea Benjamin, cofundador del Código Rosa; el reverendo John Fire, cofundador del Movimiento Santuraio y No más muertes, e Isabel García, fundadora de la Coalición de Derechos Humanos, entre otros.