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Esparza: a confesión de parte…
N

o es que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se mereciera eso, como interpretó el académico Víctor Sánchez, sino el señalamiento de que el golpe al SME se propició a raíz del cúmulo de errores históricos y en particular de Martín Esparza. Conozco a muchos simpatizantes del SME que le advirtieron a él de los preparativos del golpe y que siempre desestimó. No era lo mismo resistir con las instalaciones tomadas que gritar y hacer manifestaciones fuera de ellas.

Basé mi argumentación del 31 de mayo en la ponencia de David Bahena, del Frente de Trabajadores de la Energía (FTE), y que éste presentó el 25 de noviembre de 2009 en el foro Defensa de industria eléctrica en México, organizado por la división Toluca del SME, dirigida por Gustavo Anaya Maya (www.fte-energia.org/E147/03.html).

Sobre la historia del SME y la Tendencia Democrática, Bahena dice textualmente sobre Jorge Torres Ordóñez: En medio del conflicto, los secretarios generales de las secciones mayoritarias, Puebla y Jalisco, defeccionaron públicamente asestando a la Tendencia Democrática un golpe demoledor. La traición fue instrumentada personalmente por Jorge Torres Ordóñez, secretario general en turno del SME.

Más adelante David Bahena, en esa misma ponencia, argumentó sobre el anexo 602.3 y su párrafo 5 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en que Carlos Salinas abría la puerta de la privatización de la industria eléctrica. Sobre ese episodio Bahena dijo: Las propuestas de Salinas contaron con el aval de los partidos políticos y del SME, representado por Jorge Sánchez, secretario general en turno.

Bahena nunca imaginó que meses después, el 5 de febrero de 2011, Martín Esparza no sólo dijo que el gobierno de Peña Nieto era un gobierno de compromisos y que Peña Nieto quiere votos, nosotros una empresa (Milenio, 6/2/2011), declaración que nunca desmintió, sino que defendiera a Carlos Salinas como defensor del SME.

Para confirmar esta línea, no de amplitud política, sino de oportunismo electoral por parte de Martín Esparza aportaría la nota también publicada por el periódico Milenio (29/5/2011) donde Gustavo Anaya Maya, dirigente de la división Toluca del SME, muy felicitado por Martín Esparza en el mitin del 5 de febrero, declaró y tampoco desmintió que se reunió ayer con el candidato de la coalición Unidos por Ti, Eruviel Ávila Villegas, donde estableció un compromiso para apoyar a los ex trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) en Tenancingo y diciendo que expusieron al priísta Ávila Villegas el apoyo que pueden otorgar en los próximos comicios, a cambio de obtener su respaldo de reincorporarlos a sus fuentes de empleo. ¿Podrá hacerlo Eruviel Ávila?

Martín Esparza afirma que en ese acto “ponderamos (sic) que con el voto mayoritario de los diputados del PRI y de otros partidos… se contaba (¿o se cuenta?) con una mayoría para echar atrás el ilegal decreto de extinción del 11 de octubre de 2009”. Otra pregunta es: ¿por qué no lo han hecho los priístas?

Esparza en el mismo Youtube que pone de prueba, reivindica a Carlos Salinas como el salvador del SME, donde además de otros mensajes y ofrecimientos a Peña Nieto, dice: Yo estuve ahí (en los Pinos en 1994) y nos entregó (Salinas) el decreto que creaba la compañía de Luz y Fuerza. “Nos dijo: con esto se acaba la incertidumbre de más de 20 años que estaba en liquidación LFC y asociados y con esto, el del contrato colectivo de trabajo…” (¡!!!!)

¿Fue Salinas un defensor antineoliberal, como él ahora se considera, o un privatizador vía el TLC? Según David Bahena, Carlos Salinas abrió las puertas de la privatización y, según Martín Esparza, fue Salinas quien defendió al SME con un decreto. ¿Quién cree usted que miente? ¿Es el PRI un defensor del SME, como dice Esparza?

Sintetizando: Martín Esparza confunde valores con precio y él le puso uno al SME. Tanto Martín Esparza como Alejandro Muñoz son los liquidadores del sindicato y por eso su principal lucha no es el país ni la industria nacional, sino la toma de nota para administrar el patrimonio sindical. Aprovecho para decir que no conozco personalmente ni nunca he visto a Alejandro Muñoz ni a Ramón Pacheco, y ratifico que el porrismo no dignifica la lucha de los trabajadores. ¿Por qué tanta preocupación por un candidato minoritario que lucha contra otro minoritario? ¿Cuál es el mensaje a los priístas, si otros dicen que PAN y PRI son la misma mafia del poder?

Efectivamente trabajo cocinando, y no sabía que por vender pescado se perdiera el derecho a opinar. No obstante, puedo asegurar que el pescado es bueno para la memoria; en cambio, ¿cuántas décadas hace que Martín Esparza no toma unas pinzas de electricista, ni se sube a un poste? ¿Cómo beneficiará al SME el apoyo al PRI, Peña Nieto y Carlos Salinas?

Esparza no fue a Toluca a pedir apoyo legislativo, sino a darlo al PRI. Martín Esparza el 5 de febrero se veía bien en su caballo, como Jesús Díaz de León en 1948, montado sobre los derechos de los trabajadores y entregando sus intereses al gobierno de Miguel Alemán. Ahí nació el charrismo sindical.