Buenos Aires, 5 de mayo. En las escuelas secundarias privadas de Argentina se registran más situaciones de maltrato verbal que en las públicas, donde se producen más frecuentemente peleas y enfrentamientos físicos, según un estudio realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), presentado hoy en Buenos Aires.

Se debe desmitificar que los sectores más bajos son más violentos. Encontramos mayor nivel de hostigamiento, maltrato y humillación en escuelas de nivel socioeconómico más alto, afirmó la investigadora Elena Duro, del Unicef, quien advirtió que es más fácil sortear una trompada que un año de hostigamiento, maltrato o discriminación, porque esto puede acarrear consecuencias a lo largo de todo el proceso de escolarización.

Aclaró que es sabido que las escuelas de elite suelen encapsular los problemas de violencia, por lo cual no se difunde todo lo que ocurre en sus aulas.

El estudio del Unicef y la Flacso abarcó mil 690 estudiantes de escuelas secundarias públicas y privadas de la capital argentina y de la provincia de Buenos Aires, a sus directivos y las familias de los menores.

Duro advirtió que la escuela no es ajena a la realidad del país, es una caja de resonancia que absorbe las tensiones y conflictos exteriores a la vida escolar. La violencia escolar, en tanto, es fruto de los conflictos interpersonales dentro de la institución.

Entre los factores más determinantes en el análisis se destaca el clima de aprendizaje: La relación es inversamente proporcional entre el clima de aprendizaje y la conflictividad. Si el chico siente que aprende tiene menos posibilidades de vivir o conocer situaciones de violencia, indicó la especialista en educación.

No hay ningún chico infeliz en la escuela si aprende, aseguró, al poner énfasis en la importancia de la calidad de aprendizaje, la formación del profesor y su capacidad para enseñar.

Por ello, consideró importante la formación y la selección de los directivos y maestros, ya que otro factor crítico es la insuficiencia de líderes con autoridad en escuelas secundarias.

Los propios alumnos pidieron más límites cuando respondieron la encuesta del Unicef, precisó el investigador de Flacso, Daniel Fernández.

Según los sondeos, 66 por ciento de los alumnos presenciaron situaciones de humillación entre ellos mismos y otro 23 por ciento estuvo preocupado por resultar víctima de tal situación. Un 68 por ciento afirmó tener conocimiento de un hecho de robo en la escuela, mientras 51 por ciento teme ser víctima de violencia en el trayecto de la casa a la escuela.