Ciudad del Vaticano, 21 de marzo. El delegado pontificio para la Legión de Cristo, Velasio De Paolis, descartó la creación de una comisión de la verdad interna para investigar a los posibles cómplices de Marcial Maciel Degollado.

En reunión a puerta cerrada con los miembros de la congregación residentes en Roma, a cuyo contenido Notimex tuvo acceso en exclusiva, el cardenal reveló que sería imposible descubrir a los hipotéticos encubridores de los actos inmorales del fundador de la congregación, porque no se tienen las pruebas.

Según un texto sobre el encuentro realizado el 10 de marzo pasado en el Centro de Estudios Superiores de la Legión en la capital italiana, en un principio se evaluó integrar la citada comisión, pero después se descartó.

Se pensó en crear la comisión para conocer las complicidades, pues la pregunta obvia es cómo Maciel pudo haber hecho todo eso. Parece claro que alguien lo encubrió, se deben identificar estas personas y se acusa a los superiores, dijo De Paolis.

El purpurado indicó que los auditores de la Legión en 2009 y 2010 concluyeron en sus informes que es difícil pensar que nadie supiera de los actos de Maciel, aunque aclaró: La mayoría no.

Pero debemos preguntarnos qué significa saber, y cuándo se sabe, qué cosa se debe hacer. El tema es si las acusaciones eran infundadas y lo que eso generaba, si había pruebas consistentes; parece ser que no había pruebas, sostuvo.

“A veces –agregó– había pruebas pero nadie las conocía. ¿Tenemos que investigar quién sabía?, ¿quién encubrió?, ¿qué significa esto?, ¿si no hablé porque no daba crédito, he encubierto? Después está el tema de cómo comunicar y está el riesgo de la calumnia.”

El delegado pontificio se preguntó si es necesario formar un tribunal, con el riesgo de caer en doctrinas justicialistas que pueden dar paso a la arbitrariedad.

Consideró que es algo delicado afirmar que los actuales directivos de la Legión no podían ignorar los delitos del fundador, pues para ello, advirtió, hay que tener pruebas.

Si hay que elegir es mejor que haya 10 culpables sueltos que un inocente en la cárcel, ponderó.

No me gustaría ver a alguno de ustedes injustamente acusado y padecer años y años de sufrimientos. No se trata de encubrir. Son nuestras inferencias que apuntan el dedo hacia los superiores, pero eso no prueba nada, insistió.

Por lo anterior, De Paolis afirmó que crear una comisión no sería la mejor respuesta porque podría crear desconfianza, y recordó que Maciel encabezó un gobierno solitario en la congregación.

Reconoció, sin embargo, que podría haber algunos cómplices, y llamó a todos a ser coherentes con un camino de reconciliación.

La responsabilidad de los superiores de la Legión de Cristo en el encubrimiento de los delitos del fundador, entre otros abusos sexuales a menores y uso de drogas, ha sido uno de los principales temas de inquietud tanto al interior como al exterior de la congregación.

Mientras el director general Álvaro Corcuera, el vicario Luis Garza Medina, el secretario Evaristo Sada (todos mexicanos) y el resto de la cúpula aseguran haber permanecido ajenos a dichas acciones, algunos los acusan de buscar exculparse.

Pocos días después de la citada reunión entre De Paolis y los legionarios en Roma, un exmiembro de la orden religiosa escribió una carta de cuatro páginas al delegado pontificio para enumerarle todas las pruebas que, para él, constituyen evidencia de complicidades.

Asimismo, en la asamblea del 10 de marzo el cardenal abordó otros asuntos como, por ejemplo, la comisión de acercamiento a las víctimas de Maciel, la cual, abundó, no afectará el patrimonio de la congregación ni tendrá grandes repercusiones económicas.

Respecto de la comisión que vigilará la economía, explicó que fue formada para aclarar las cuentas, porque existen problemas de administración y dificultades financieras que incluyen a Integer, el organismo que gestiona los recursos legionarios.

Lo importante no es correr sino seguir el camino adecuado e ir todos juntos. No podernos ir a velocidades diversas. No con los mismos pensamientos, que pueden ser diversos, pero con los mismos sentimientos de amor a la vocación, de simpatía, de respeto, de pertenencia, exhortó.

Podemos no estar de acuerdo con la terapia o el diagnóstico, pero todos debemos estar de acuerdo en el amor a la Legión de Cristo. No podemos ensañarnos con el enfermo, apuntó.