Integrantes de la comunidad científica aseguraron que el cambio en la dirección del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es atinado, aunque llegó tarde, pues el nuevo titular del organismo, Enrique Villa Rivera, apenas dispondrá de tiempo para resarcir problemas estructurales derivados de la administración de Juan Carlos Romero Hicks.

Coincidieron en que con la designación del ex director del IPN al frente del consejo se tiene la oportunidad de remontar en el camino hacia una verdadera política de Estado en materia de ciencia y tecnología.

Octavio Paredes López, ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), indicó que durante los más de cuatro años de gestión de Romero Hicks se acentuaron pendientes históricos del organismo, como el retraso en las convocatorias para proyectos científicos, los mecanismos de aprobación y la canalización puntual de recursos para los becarios.

El científico sostuvo que la recién salida administración del Conacyt estuvo marcada por el desinterés. Poco se hizo –dijo– para estimular a la comunidad a generar patentes, cuyas cifras siguen en descenso; además de que existen proyectos de investigación básica atrasados en la aprobación, financiamiento y aplicación.

René Drucker, investigador emérito de la UNAM y también ex presidente de la AMC, catalogó como pésima la gestión de Romero Hicks. No tiene la menor idea de lo que es la ciencia ni para qué sirve. Lamentó que durante esa administración se afectara severamente la actividad científica básica y se hayan usado de manera discrecional algunos recursos para proyectos sobre los cuales no hay ninguna transparencia.

El investigador del Instituto de Fisiología Celular resaltó que entre los retos inmediatos que enfrentará el nuevo director del Conacyt están recomponer la investigación básica y la creación de centros de investigación públicos para atender prioridades nacionales.

El presidente de la AMC, Arturo Menchaca, coincidió con Drucker en que se debe hacer un análisis y una revisión a fondo sobre cómo operan los programas del Conacyt en general y del Sistema Nacional de Investigadores en particular. Subrayó que se debe centrar más en los proyectos de investigación y garantizar que estén vinculados a la realidad nacional.

José Franco, vicepresidente de la AMC e investigador del Instituto de Astronomía, resaltó que el balance debe ir más allá del Conacyt. Propuso promover la creación de caminos que ayuden a colocar a la ciencia en la agenda pública nacional.

Entre los retos que vislumbró para Villa Rivera están el constante tema del modesto financiamiento para ciencia y tecnología.

Agustín Breña, experto en hidrología de la Universidad Autónoma Metropolitana, afirmó que es una oportunidad muy importante para que, ahora sí, se realice un diagnóstico y se retome la agenda, pero con prioridades muy claras. Señaló que como integrante de los comités de evaluación del Conacyt, esperamos que la nueva administración lleve a cabo una reforma sustancial y se incida sobre temas urgentes, como el SNI, el apoyo a proyectos de investigación prioritarios y la formación de nuevas generaciones de científicos.

Con información de Ariane Díaz