Apenas cinco días después de haberse renovado la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el presidente Felipe Calderón sostuvo un encuentro con el líder del tricolor, Humberto Moreira, en la residencia oficial de Los Pinos. Durante un encuentro franco y respetuoso –según definieron ambas partes–, se consensuó dejar a un lado las disputas por competencias electorales y privilegiar la agenda de problemas que enfrenta el país para encontrar alternativas a rubros como la inseguridad, el desempleo y la pobreza.

Entrevistado al término del encuentro –que duró hora y media–, Moreira afirmó: el primer acuerdo que establecimos fue sentarnos con el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, y con algunos miembros del gabinete cuando sea necesario a revisar cuáles son nuestros planteamientos.

Lo que el PRI puso sobre la mesa es abordar los temas que son importantes para el país para alcanzar acuerdos concretos, dijo.

Consideró que si bien faltan sólo dos años para concluir la administración pública federal y la actual legislatura, aún estamos a tiempo para sentar las bases, si no para este sexenio, sí para que queden sentadas para los sexenios que vienen.

A su vez, Los Pinos informó que ambas partes coincidieron en la importancia de privilegiar el diálogo entre los poderes de la Unión, y del Presidente con los partidos políticos para lograr los consensos necesarios encaminados a elevar la seguridad y el bienestar de los mexicanos.

Durante la entrevista, Moreira evitó abordar dos temas sobre los que se le preguntó: su postura en torno a las fricciones de Presidencia con el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, y el posible relevo del procurador General de la República, Arturo Chavez Chavez.

Sobre el primer tema, parafraseó la máxima juarista sobre el respeto al derecho ajeno para enfatizar que ése es un asunto que sólo compete a Estados Unidos, pues es su embajador, en tanto que de Chavez Chavez dijo que el relevo no ha ocurrido y no fue tema de la conversación con el Presidente.

Acompañado por su secretaria general, Cristina Díaz, el ex gobernador de Coahuila llegó a la residencia oficial en plan muy distinto a los primeros días en que era candidato único a la presidencia del tricolor, cuando se sabía que ineludiblemente llegaría al cargo. Entonces arremetió duro contra el gabinete (al que definió como nini, porque ni saben ni pueden) y contra las políticas de la actual administración, calificándolas de desastrosas.

En esta ocasión dijo ser respetuoso de los puntos de vista de la Presidencia. Añadió que no se tocaron temas electorales, sino de fondo. Agregó que acudió a Los Pinos a expresar la disposición del PRI para abordar los asuntos que interesan al país, como la pobreza, el desempleo y la inseguridad, pues son temas que hay que ir construyendo juntos.

–¿Qué va a pasar con la designación de consejeros electorales?

–Cada quien tiene sus prioridades. Yo tengo la mía, y es abrir esta puerta, que ya se abrió, que se va a escuchar la posición del partido del futuro que queremos.

Calderón estuvo acompañado de Blake Mora, quien será, indicó la Presidencia, responsable de crear los mecanismos de comunicación y vinculación para tratar los temas que se esbozaron ayer en Los Pinos.

El Presidente expresó el compromiso de su gobierno de mantener una comunicación respetuosa y abierta con la nueva dirigencia nacional del PRI, se informó en el comunicado del encuentro, en el que se indicó sólo de manera genérica que dialogaron sobre los principales temas de la agenda nacional.

–Aunque sea simbólicamente, ¿el PRI regresó a Los Pinos?

–Sí, regresamos en esta ocasión para presentar nuestras inquietudes –respondió Moreira.

–¿Y cómo vio Los Pinos?

–Ya había estado aquí como gobernador... Lo veo con la necesidad de que haya aquí un presidente priísta –agregó.