Miércoles 16 de febrero de 2011, p. 2
Charleston EU, 15 de febrero. En el futuro, la producción de carne dependerá menos de los bovinos que de las probetas, o al menos eso es lo que piensa el biólogo Vladimir Mironov, quien espera colaborar con la solución de la crisis alimentaria mundial desde su laboratorio, en Carolina del Sur.
Mironov y su colaborador Nicholas Genovese esperan no sólo luchar contra el hambre creando carne artificial, sino también hacer posibles misiones de más de seis meses a Marte, sabiendo que no es posible embarcar vacas en naves espaciales.
Imagine, por ejemplo, la colonización de otro planeta o que simplemente se incremente la población
, dijo Mironov, quien subrayó que ya no hay ningún espacio disponible para criar ganado en Nueva York o Singapur
.
El investigador, instalado en un laboratorio modesto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur, pero con medios de avanzada, espera que la creación de los bisteces artificiales llegue pronto, pese a que por ahora el proceso de cultivar
carne es largo y complejo.
Los patrocinadores
Es un asunto de tiempo y dinero
, afirmó.
Hace 10 años, Mironov obtuvo una beca de la NASA para intentar concretar su sueño. No obstante, actualmente sus trabajos ya no son financiados por ella, que se volcó, según él, a la investigación sobre plantas transgénicas como fuente alternativa de proteínas.
Desde entonces, gracias al financiamiento de la organización de defensa de los animales Peta, Mironov puede continuar sus investigaciones.
Trabaja a partir de células madres embrionarias encargadas de la formación de los músculos –mioblastos– en pavos que se impregnan con suero de bovino para hacer crecer los tejidos musculares.
La carne así cultivada, de llegar a los supermercados, será muy parecida a la de las carnicerías, afirmó. La carne modificada es ya una práctica corriente e inofensiva, agregó.