Cecilia Romero, anterior comisionada del Instituto Nacional de Migración (INM), admitió que durante su gestión agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) interrogaron a por lo menos una docena de migrantes centroamericanos en una oficina de la dependencia, en presencia de la autoridad migratoria mexicana, más no ingresaron a las estaciones migratorias, como se difundió en un cable revelado por Wikileaks.

En entrevista con La Jornada, la secretaria general del Partido Acción Nacional (PAN) afirmó que los interrogatorios se dieron a partir de un protocolo perfectamente establecido con las agencias estadunidenses, con las que el INM tiene una relación constante para investigar a indocumentados sospechosos de estar implicados en ilícitos, por lo cual no se puede hablar de una violación a la soberanía nacional.

Aplica cuando “hay una solicitud expresa sobre algún migrante que esté asegurado por el INM sobre el cual se tengan dudas fundadas por alguna situación, o problemas en algún otro país, o se tenga información de que puedan pertenecer a una mafia o a una expresión de la delincuencia, o del tráfico de personas, o de algún tema fuerte de seguridad para algunos países”.

De manera que, afirmó Cecilia Romero, se sigue puntualmente un protocolo. Se lleva a cabo un cuestionario y en presencia de la autoridad migratoria mexicana se lleva al indocumentado a una oficina del INM, en la que se realiza la entrevista. Indicó que se trata de una cuestión excepcional que se realiza cuando se cumple con todo el procedimiento, en la cual los migrantes –aclaró– nunca dejan de estar bajo la custodia definitiva del INM; para eso está el instituto, para tutelar, guardar y garantizar el respeto a los derechos humanos de los indocumentados.

–¿Bajo este protocolo la FBI puede interrogar a migrantes?

–Sí, claro; cuando hay una petición formal, de acuerdo con la autoridad migratoria, que sustente la entrevista. Es un protocolo perfectamente establecido.

-¿Cuántos migrantes fueron interrogados?

–No más de una docena.

Pero, aclaró, “no en la forma en que dice Wikileaks, que ingresaron a las estaciones migratorias los agentes de la FBI a interrogar migrantes. No, de ninguna manera. Niego tajantemente que cualquier dependencia de cualquier país extranjero haya ingresado a las estaciones migratorias, salvo por supuesto los cónsules, que son los que tienen, no solamente la posibilidad, sino todo el derecho de ingresar a platicar con sus connacionales”.

Según documentos confidenciales del Departamento de Estado de Estados Unidos, filtrados por Wikileaks, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional autorizó que indocumentados fueran interrogados por la FBI y otras agencias de seguridad, ante el temor de aquel país de que el terrorismo aproveche la frontera con México para ingresar a su territorio.