Túnez, 26 de enero. La justicia de Túnez emitió hoy una orden de arresto internacional contra el ex presidente Ben Ali, su esposa Leila Trabelsi y otros familiares, mientras miles de manifestantes salieron a calles de esta capital y de Sfax para demandar cambios en el gobierno de unidad nacional, los cuales podrían ser anunciados este jueves.

El ex presidente –que huyó el 14 de enero de Túnez y se refugió en Arabia Saudita tras un mes de rebelión popular–, así como su esposa, están acusados de adquisición ilegal de bienes mobiliarios e inmobiliarios y de transferencia ilícita de divisas al extranjero, informó el ministro de Justicia, Lazhar Karui Chebi.

Trabelsi, que es odiada por la población por haber desfalcado junto a su entorno la economía del país, también abandonó Túnez en una fecha y con un destino desconocidos.

En tanto, el gobierno suizo informó del bloqueo de activos por valor de millones de dólares vinculados a Ben Ali, aunque no precisó la cantidad. Según las cifras del Banco Nacional de Suiza, en 2009 había 621 millones de francos suizos (659 millones de dólares) de activos tunecinos. La institución no pudo decir a quién pertenecían esos activos

El ministro de Justicia indicó que también serán enjuiciados seis miembros de la guardia presidencial, entre ellos el ex jefe de seguridad de Ben Ali, Ali Seriati, quien es considerado el inductor de la campaña de terror llevada a cabo por las milicias fieles al ahora ex presidente después de la caída de su régimen.

Durante las revueltas que llevaron a la caída de Ben Ali, un total de 698 personas fueron detenidas por haber causado disturbios, explicó Kauir Chebi. Detalló además que un total de 11 mil presos se fugaron de las cárceles durante esos días, de los cuales mil 532 se entregaron tras un llamado de la justicia, Asimismo, 74 reos murieron, 48 de ellos durante un incendio en la prisión de Monastir.

Las protestas, que se han vuelto cotidianas, se realizaron este día en la capital, Túnez, donde manifestantes lograron llegar a los alrededores de la oficina del primer ministro Mohamed Ganouchi para demandar la salida de ministros leales a Ben Ali, pero fueron dispersados por la policía con granadas de gas lacrimógeno.

También en Sfax se manifestaron miles de personas con la misma demanda, mientras los trabajadores se sumaron a la huelga general convocada por los sindicatos. El pueblo pide la disolución del gobierno y Revolución hasta la victoria, desde Túnez hasta El Cairo, eran las consignas que coreaban los congregados.

Otra huelga general fue convocada por los sindicatos para el jueves en Sidi Buzid, donde surgió la rebelión, para exigir la dimisión del gobierno, que el jueves anunciará algunos cambios. Los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores podrían ser remplazados, dijeron fuentes políticas que se refirieron a una medida que podría calmar las protestas.