La reforma política pendiente, encaminada a modernizar el presidencialismo y hacer funcional la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, divide a los grupos legislativos del PRI y del PAN. Ambos la tienen en su agenda para el próximo periodo de sesiones y la discutirán en sus reuniones plenarias, pero difieren en los temas a incluir.

El coordinador de los senadores del PAN, José González Morfín, expuso ayer que es importante discutir rubros como la reducción del Congreso, la relección de legisladores y alcaldes, la iniciativa ciudadana y las candidaturas independientes.

Los priístas, comentó el coordinador Manlio Fabio Beltrones, buscan construir un esquema de gobierno compartido vía la ratificación del gabinete presidencial y la interacción directa entre los poderes Ejecutivo y Legislativo mediante el informe presidencial.

La reforma política del PRI pone énfasis en la autonomía del Ministerio Público y de los órganos de regulación económica, como la Comisión Federal de Competencia y la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

La Comisión para la Reforma del Estado tiene un proyecto de dictamen, según el senador del PAN Alejandro Zapata, integrante de ese órgano, aunque dependerá del consenso entre los grupos parlamentarios los temas que serán incluidos.

Manifestó que hay avances en relección legislativa, iniciativa preferente, consulta ciudadana, veto y reconducción presupuestal, entre muchos otros, y sólo estamos esperando que los coordinadores digan hasta qué punto va a llegar la reforma para presentar el dictamen.

La bancada del PRI definirá ese punto y los demás de la agenda política a partir de hoy, que da comienzo su reunión plenaria –en La Paz, Baja California Sur–, previa al periodo de sesiones que iniciará en febrero.

El senador Francisco Arroyo Vieyra dijo que “parece que al gobierno de Felipe Calderón no le interesa otra cosa más que retener el poder y a otras fuerzas políticas obtenerlo o recuperarlo, pero es momento de pasar seis u ocho meses con un poco de generosidad con el país y ponernos a hacer los ajustes que la maquinaria política requiere.

Por separado, González Morfín dijo que para el PAN es importante que se den los consensos. Lo que no se desea, recalcó, es que sea el discurso catastrofista ni las acusaciones simplistas de desorden o inestabilidad las que imperen o con las que se pretenda ganar el espacio mediático por encima de los hechos. Agregó que la agenda legislativa no es moneda de cambio.