El decomiso de más de 100 kilogramos de cocaína en el la terminal aérea de Barajas, en Madrid, España, permitió que la Procuraduría General de la República (PGR) iniciara una averiguación y abriera varias líneas de investigación sobre los mecanismos que utilizan grupos criminales para enviar droga desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tanto a otras zonas de la República como a Europa.

De acuerdo con funcionarios de la PGR, el Ministerio Público Federal investiga al personal del aeropuerto que tiene a su cargo el resguardo y la vigilancia de los accesos perimetrales a la terminal, que permiten llevar carga de manera directa de la calle a los aviones sin pasar por los controles de equipaje.

El caso ocurrido el pasado 9 de diciembre en España, cuando tres sobrecargos de Aeroméxico fueron detenidos en el momento en que transportaban 140 kilos de cocaína, fue el detonante para que el grupo de seguridad del AICM analice nuevas medidas de revisión para el personal que labora en la terminal, con la participación de la PGR, las secretarías de Comunicaciones y de Seguridad Pública federal, así como los órganos de inteligencia civil.

El pasado 8 de diciembre Luis Avilés García, Eduardo Pérez Anaya y Gerardo Zárate Álvarez ingresaron al AICM vestidos de sobrecargo; tras pasar los primeros controles de seguridad, se cambiaron la ropa para aparentar que eran turistas y en esa condición abordaron el avión.

Así, a pesar de llevar maletas e identificaciones de sobrecargos, no formaron parte de la tripulación del avión que despegó de la ciudad de México con destino a Madrid.

Tras las primeras investigaciones y al detectar que la droga la introdujeron al avión los tres sobrecargos, las autoridades mexicanas establecieron nuevos mecanismos de revisión para las tripulaciones. Hasta ayer no se han reportado decomisos de droga. Los funcionarios entrevistados indicaron que es posible que los grupos delictivos hayan detenido temporalmente esa forma de trasladar droga desde la ciudad de México.