La dirigencia nacional del PRD denunció ante las procuradurías generales de la República y de Justicia del Distrito Federal a ex funcionarios perredistas que realizaron operaciones fraudulentas con los recursos del partido en la gestión de Rosario Robles.

Destacan José Ramón Zebadúa, quien fuera coordinador de administración y finanzas con la ex perredista, y Carlos Armando Bello Gómez, quien a su vez fungió como director de contabilidad en ese periodo y luego se mantuvo en el sol azteca como subsecretario de ingresos, hasta que tomó posesión como presidente municipal de Atoyac de Álvarez, Guerrero, cargo que desempeña hasta la fecha. Se le acusa del presunto desvío de más de 12 millones de pesos.

Javier Salinas, secretario de Finanzas del partido, explicó en entrevista que por primera vez decidieron denunciar ante las autoridades los malos manejos de recursos del perredismo, “sin temor a lo que vaya a suceder al hacer esas denuncias… Le pregunté al presidente (Jesús Ortega) si íbamos a fondo y dijo que no tapáramos nada”.

Destacó que a raíz de una serie de investigaciones internas surgió que el alcalde de Atoyac tuvo que ver con el registro de las facturas apócrifas de que algunos se valieron durante el mandato de Rosario Robles para defraudar al partido, al utilizar a empresas dedicadas a la construcción e ingeniería en general, y no la realización de impresos, carteles, plumas, dípticos y volantes que supuestamente hicieron para el partido.

El perredista apuntó que en las dos denuncias aparece Carlos Bello como presunto responsable. En una junto con Zebadúa y dos o tres personas más –cuyos nombres se reservó–, pero en otra está solo el guerrerense, acusado de haber originado un quebranto por más de 12 millones de pesos al triangular –hace aproximadamente dos años y medio– recursos del sol azteca a una cuenta de un municipio de su estado, y de ahí a cuentas personales.

Origen de las deudas del partido

Tras documentar e integrar bien la investigación, nos dimos cuenta de que muchos de los adeudos (del PRD) por impuestos provienen de ahí. Fue (un desfalco) hormiga, del cual hasta ahora el alcalde aparece como único responsable, pero los depósitos iban a varias cuentas bancarias, y esto puede dar más. Es un tema de corrupción, aparte de que estaba vinculado con lo de Zebadúa en el registro de facturas y ese tipo de cosas.

Al secretario perredista se le recordó que por mandato judicial están obligados a pagar 36 millones de pesos por bienes y servicios a las cuatro empresas de que se valió Zebadúa para realizar las presuntas operaciones fraudulentas. Para ello –dijo–, el Instituto Federal Electoral (IFE) intervino nuestras cuentas y nos descontó a lo chino 24 millones de pesos. Pero como ya se le notificó que hay una averiguación previa de por medio, ahorita está todo detenido, señaló.

Javier Salinas manifestó que, no obstante, el partido ya superó la difícil situación económica que atravesaba, a raíz de diversas multas impuestas por el IFE por algunas acciones que el partido y sus candidatos realizaron, derivado de que no se pagó o hubo simulación en pago de proveedores.

Resaltó que en los últimos dos años lograron reducir la deuda del partido de 715 millones a 399 millones de pesos, y que el débito que tenían con Banca Afirme se redujo de 199 millones a 35 millones, pagando 5 millones mensuales.

Asimismo, mencionó que ya casi liquidaron las multas del IFE. En 2009 –agregó– se pagó lo fuerte; de 6 millones de pesos mensuales que veníamos cubriendo, ahora por ese concepto tenemos un millón 400 mil pesos, y en 2011 será menos.

Así que estaríamos entregando finanzas sanas a la próxima dirección, porque el adeudo restante será con proveedores, que son cuentas de hace tres años, pero algunos no aparecen, agregó.