En el país hay señales muy preocupantes de inseguridad, desempleo, migración y carestía, ante las cuales el gobierno del PAN no reacciona y sólo está provocando la desunión de los mexicanos, por lo que es imprescindible un gobierno diferente, sostuvo Gerardo Sánchez García al asumir la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina (CNC), tras la conclusión del periodo de Cruz López Aguilar.

Asimismo, acusó al presidente Felipe Calderón de sacar a relucir decálogos de logros y erigirse más como dirigente del PAN y no como gobernante, mientras los problemas sociales están fracturando a la nación. Actúa con una doble moral que México rechaza.

Ante cerca de 10 mil campesinos –según los organizadores– reunidos en el Auditorio Nacional; los gobernadores de Colima, Tamaulipas, Campeche, Yucatán y Nuevo León, y el electo de Tlaxcala; los coordinadores del PRI en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, así como la dirigente nacional del partido, Beatriz Paredes Rangel, el líder de la CNC dijo que de acuerdo con datos de la ONU, 73 por ciento de los municipios viven presionados por el crimen organizado y 57 por ciento de los jóvenes y niños no cuentan con seguridad alimentaria. El sector agropecuario está sumido en el abandono, allí la pobreza se ha convertido en una amenaza; hay desesperanza, desaliento y desánimo, pero eso no le interesa al gobierno.

Sánchez García empezó su discurso asentando que en 2012 el PRI recuperará la Presidencia y con la propuesta de cambiar los estatutos de la CNC para que la rendición de protesta del próximo dirigente de la agrupación campesina se lleve a cabo el 28 de agosto de 2014, en lugar del 5 de enero de 2015, y con ello recuperar una tradición perdida.

El también diputado se comprometió a pugnar por una reforma profunda del campo. El gobierno debe entender que el acceso a la alimentación y desarrollo del mercado interno del sector primario son actos de seguridad nacional ante un mundo en el que hay incertidumbre por la baja en la oferta mundial de alimentos y el acopio de inventarios que realizan diversos países previendo volatilidad en los precios internacionales de los granos.

Incluso –señaló–, la FAO y el Banco Mundial han recomendado que México produzca 75 por ciento de los alimentos que requiere y sólo importe 25 por ciento, lo que implica un cambio radical en la inercia tortuosa de la política pública hacia el agro y otros sectores productivos.

Adelantó que para impulsar el cambio en el campo, la CNC respaldará la biotecnología, la producción de bioenergéticos, la agricultura por contrato, un presupuesto multianual y el extensionismo rural.