El presidente venezolano, Hugo Chávez, alentó en 2006 a su par boliviano, Evo Morales, a nacionalizar refinerías y otras empresas de la estatal brasileña Petrobras, lo que generó un conflicto entre La Paz y Brasilia que el mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva trató de minimizar, según cables diplomáticos estadunidenses publicados en el sitio de Wikileaks. Un alto funcionario del gobierno de Brasil reveló al consejero político de la embajada estadunidense, Stephen Liston, que la administración de Lula llegó a considerar frustrante su relación con Bolivia, no tanto por la nacionalización de empresas de Petrobras, sino por la relación cotidiana entre funcionarios de ambos países. La recuperación de los hidrocarburos en Bolivia afectó inversiones de Petrobras de mil 600 millones de dólares –principalmente una refinería–, que representaba sólo dos por ciento de los activos de la empresa brasileña en el extranjero, en 2006. Según un memorando estadunidense fechado el 3 de mayo de 2006, dos días después de que Morales decretó la nacionalización, Chávez fue el garante de la acción descabellada del boliviano.