Fue un autor fundamental de la poesía griega moderna, afirman
Tenía una voz muy poderosa y original, resalta Hugo Gutiérrez Vega
Jueves 6 de enero de 2011, p. 3
En 2011 se conmemora el centenario del natalicio de Odysseas Elytis (Creta, 1911-Atenas, 1996), uno de los autores fundamentales de la poesía griega moderna, cuya obra estuvo basada en la sensualidad y la libertad, así como la lucha del hombre por conseguirla.
Canto heroico y fúnebre por el subteniente caído en Albania (1943), El sol el primero (1943), Diario de un abril invisible (1948), Elegías de Oxópetra (1991) y Al oeste del dolor (1995), son algunas de las obras del Premio Nobel de Literatura en 1979. Sus ideas teóricas y filosóficas están plasmadas en una serie de ensayos.
El poeta mexicano Hugo Gutiérrez Vega considera que Elytis es una de las voces fundamentales de la poesía griega moderna, junto con Kavafis, Seferis, Sikeleanos y Engouepuoulos. Detalla que existen dos corrientes principales en la obra del griego: su relación con los surrealistas franceses, especialmente con André Bretón, y su cercanía con la poesía española.
“Odysseas tenía una voz muy poderosa y original; escribió uno de los grandes poemas que se han escrito en griego demótico, moderno, Canto heroico y fúnebre por el subteniente caído en Albania.”
Elytis entabló amistad con el mayor defensor griego del surrealismo, el poeta Andreas Embirikos. En 1935 publicó sus primeros poemas en la revista Nea Ghrammata (Nuevas cartas) y participó en la primera exhibición internacional surrealista organizada en Atenas ese año. Más tarde publicó en la revista Makedhonike Iméres (Días macedonios) una colección de poemas titulada Orientaciones (1939).
Gutiérrez Vega recuerda que a Elytis le gustaba mucho la obra de Federico García Lorca y Luis Cernuda, así como la tradición griega que incluye la clásica, la bizantina y toda la fuerza del griego popular y del demótico
.
El poeta y ensayista influyó en muchos de los nuevos vetas de Grecia y entre los jóvenes es uno de los más leídos y comentados todavía.
En uno de sus textos sobre el arte, Elytis escribió: “Toda gran música, en el fondo, es un menosprecio de la muerte. Lo Uno y lo Absoluto que concibe nuestra mente es lo mucho y lo relativo de los demás, llevados a la claridad de la unidad. La distancia de la nada a lo mínimo es mucho más grande que la de lo mínimo a lo mucho.
Grecia es el país dorado de la poquedad que inutiliza el valor del número; pero también el país negro de lo desigual, donde ningún destino se corta a la medida dada del inicio. En la vida, que aciertes a algunas codornices significa: las mataste. En el arte: las resucitaste
.
Para el poeta Arturo Alvar, Elytis rompió con el canon de la poesía tradicional y renovó la lengua griega: Le tocó vivir un entorno donde el autoritarismo del régimen griego se veía en todos los ámbitos, sobre todo en la educación existía una lengua oficial griega y él la renovó
.
Explica que el poeta griego se volcó en su adolescencia a un ejercicio de constante e intransigente heterodoxia, por ello escribe el ensayo Antes que nada la poesía: ser creadores de otra arquitectura, en el que no reniega de sus textos de juventud.
El alma juvenil de Elytis se inicia en el mundo poético en la década de los 30, en que nace en Grecia la llamada poesía moderna, caracterizada por la llegada de corrientes estéticas europeas.
Los primeros poemarios de Odysseas: Espóradas, Servicio del verano, Las clepsidras de lo desconocido y Primeros poemas, fueron reunidos en su primer libro Orientaciones, 1940. El segundo volumen fue El Sol el primero, 1943.
Su experiencia como combatiente en la Guerra de Albania, 1940-1941, así como el amor e inquietud por el destino de su patria, se reflejan en sus obras Canto heroico y fúnebre para el subteniente caído en Albania y Axion Esti. Este trabajo musicalizado por Mikis Theodorakis se convirtió en un himno para los griegos.
En Axion Esti escribió el poeta: En el principio la luz y la hora primera/Con la lámpara del astro a los cielos salí/ ¿Dónde encontrar mi alma, lágrima de cuatro hojas?/ Con la lámpara del astro doy vueltas por los cielos...
No es el poeta quien se conforma en el mundo, es el mundo el que se conforma en el poeta
, señaló en una ocasión Elytis.
El 18 de marzo de 1996, a los 84 años de edad, falleció el poeta cretense.