Pese a admitir que el procedimiento para elegir a los magistrados electorales se politiza en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), los titulares del pleno del Tribunal Electoral local (TEDF) consideran que el mecanismo fijado en la ley es el mejor diseñado hasta hoy.

En entrevista con este diario plantean sin embargo algunas propuestas para hacerlo más transparente y sustraerlo de presiones partidarias, desde exámenes más rigurosos en la etapa inicial del proceso en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), hasta una renovación escalonada de cada magistrado.

El presidente del órgano electoral, Adolfo Riva Palacio, refiere que el procedimiento mediante el cual se eligió a los actuales magistrados en diciembre de 2006 –para un periodo que concluye en enero de 2015– fue un ensayo del que quedó plasmado en el Código Electoral de 2007, en el Estatuto de Gobierno al siguiente año y que se mantuvo en el nuevo Código de Instituciones y Procedimientos Electorales que aprobó la ALDF en diciembre pasado.

El TSJDF hizo una convocatoria pública, revisó los expedientes y ensayos de los aspirantes, los entrevistó y entregó una lista de candidatos a la ALDF. Si hay una mejor forma de elegir a los magistrados, de cómo podría ser más transparente o que permita despolitizar una decisión, yo no la he encontrado, afirmó.

Consideró que una forma de despolitizar la elección en el Legislativo es obligando a los partidos a ponerse de acuerdo en un sólo candidato, como ocurre ahora para designar a la magistrada que concluirá el periodo de Miguel Covián Andrade, quien fue destituido de su cargo en febrero de 2010.

Para el magistrado Armando Maitret, en la etapa en que el TSJDF tiene que elaborar una terna de tres propuestas por cada magistrado a elegir, debe haber un examen más riguroso de los perfiles y los conocimientos, como hace el Poder Judicial de la Federación para designar jueces y magistrados.

Alejandro Delint dijo que no ve un mecanismo mejor, pero se puede enriquecer con una mayor participación de la sociedad civil, ya sea instituciones académicas, organizaciones sociales, institutos de investigación y apeló a tener presente el perfil sicológico y hasta humano de los candidatos, además del profesional.

Darío Velasco Gutiérrez consideró, por su parte, que las propuestas para el registro de candidatos ante el TSJDF debieran hacerlo las asociaciones académicas, culturales y jurídicas, para obtener una terna mediante una evaluación objetiva del órgano jurisdiccional y la ALDF poner énfasis en los conocimientos de la materia jurídica electoral.

El código señala que corresponde a la Asamblea Legislativa designar a los magistrados electorales, por el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes, a propuesta del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Los magistrados electorales durarán en su encargo ocho años y no podrán ser relectos. Su renovación se efectuará de manera escalonada y sucesivamente.

Añade que en ningún caso, el nombramiento de los magistrados electorales podrá exceder de tres respecto de un mismo género, luego de que en el proceso de 2006 no se incluyó a una sola mujer.