Un migrante hondureño que sufrió traumatismo craneoencefálico falleció en el hospital central Dr. Ignacio Morones Prieto de los Servicios de Salud de San Luis Potosí, debido a retraso en su atención y a mal manejo clínico, pues requería una intervención quirúrgica inmediata y en lugar de ello lo conectaron a una máquina que mantuvo su corazón funcionando cuatro días.

Por ese motivo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió al gobernador Fernando Toranzo Fernández la recomendación 64/2010, en la cual le informa que presentará una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del estado, así como una queja ante la Contraloría Interna de los Servicios de Salud de esa entidad.

De igual forma, demandó que se indemnice a los familiares de la víctima de acuerdo con la ley y los preceptos reconocidos en la Declaración sobre Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas del Delito y del Abuso del Poder.

La CNDH resalta en su investigación que el migrante hondureño de 21 años fue abandonado herido en la puerta del albergue Casa de la Caridad Cristiana Cáritas, en San Luis Potosí, la mañana del 29 de mayo de este año, ya que no pudo llegar ahí por su propio pie.

De ahí fue trasladado al hospital, donde, en lugar de operarlo, lo conectaron a una máquina que mantuvo su corazón latiendo hasta las 18:00 horas del 2 de junio.

La CNDH abundó que el migrante falleció debido al servicio tardío y deficiente que recibió en el centro de salud estatal y sostuvo que si las lesiones hubieran sido tratadas en forma oportuna, hay una alta probabilidad de que se hubiera recuperado.