Barcelona 1° de noviembre. Con lemas como Yo no te espero y Morréate ante el Papa, colectivos laicos, ateos, homosexuales, feministas y otros protestarán en los próximos días en España contra la visita del papa Benedicto XVI el sábado y el domingo a Santiago y Barcelona.

Con el símbolo de una señal de tráfico que indica peligro y en su interior una mitra papal, el colectivo Yo no te espero ha convocado a una manifestación en Barcelona el jueves en la céntrica Plaza Sant Jaume, en protesta por la visita del Papa y en defensa del laicismo.

Los activistas reparten banderolas con su símbolo blanco y rojo en catalán, castellano y gallego que algunos interesados ya han colgado en sus balcones y ventanas.

Al colectivo, que defiende la separación entre el Estado y la Iglesia y la derogación de los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, se han adherido asociaciones locales laicas, ateas, feministas, homosexuales, sindicalistas y comunistas.

Además, la Confederación General del Trabajo (CGT) de Barcelona ha convocado el domingo a una huelga de autobuses en la ciudad, el día de la visita del pontífice.

En Galicia, asociaciones locales han firmado bajo el mismo lema, Eu non te espero (en lengua gallega), un manifiesto en contra del pontífice y los valores que representa, en el que también denuncian el derroche de dinero público en favor de una determinada fe religiosa, recordando que la visita cuesta 4 millones de euros, en un momento de crisis económica. La Red Feminista Gallega ha convocada una protesta para el sábado, día de la visita del Papa a Santiago de Compostela, en el centro de la ciudad, media hora antes de la llegada de Benedicto XVI, según el diario Público.

Por su parte, un grupo de amigos ha llamado desde Facebook a la protesta pública o flashmob Morréate ante el Papa, consistente en una besada general o Queer Kissing, protagonizada por chico con chico o chica con chica, explicó a la Afp uno de sus organizadores, Joan Pérez.

La cita es el domingo a las 9 horas en la Plaza de la Catedral de Barcelona cuando empiece el recorrido del Papa por las calles, y dura unos dos minutos, precisó.

El objetivo es expresar la disconformidad con la visita del Papa de una forma totalmente pacífica y con algo muy espontáneo, simbólico y simpático: No todo el mundo comparte la alegría por la visita del Papa y todo lo que representa, ahondó, y además se quiere protestar por la idea de sexualidad que tiene la Iglesia católica.

Tras la convocatoria se sumaron unas mil 500 personas, pero Facebook eliminó el perfil en dos ocasiones –creemos que hubo gente que denunció el acto, según Pérez–, y posteriormente confirmaron su asistencia unas 300 personas.

Menos fieles

El viaje del Papa se da en un momento en que el catolicismo sigue bajando en el país.

Según la más reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), difundida a inicios de octubre, 73.2 por ciento se declara católico en España, frente a 80 por ciento en 2002.

Además, 14.4 por ciento de los creyentes dice ser practicante e ir a misa los domingos, frente a 20 por ciento en 2002.

La llegada del Papa refuerza la confesionalidad del Estado, que pone toda su parafernalia al servicio de la Iglesia católica, denunció Luis Vega, de la Unión de Ateos y Librepensadores, al diario Público.