La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 63/2010 dirigida al titular de la dirección general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado ( ISSSTE), Jesús Villalobos, porque no dio atención a una paciente de 81 años que se presentó al servicio de urgencias, a pesar de la insistencia de sus familiares. Después de tres horas y media de espera, cuando una enfermera fue a revisarla, la enferma ya no tenía signos vitales.

Por los hechos, la CNDH presentó una denuncia en la Procuraduría General de la República por la reiterada negativa del personal administrativo y médico del servicio de urgencias del Hospital General Dr. Darío Fernández Fierro del ISSSTE para atender a la octogenaria enferma, cuyos familiares valoraron que su estado de salud se agravaba.

La paciente era una mujer de 81 años. Se presentó el 9 de marzo en ese nosocomio entre las 17:30 y 17:40 horas, en la ventanilla de admisiones, donde personal administrativo le requirió el último talón de pago para poder brindarle el servicio.

La enferma les dijo que no lo llevaba consigo, pero mostró su carnet con dos citas programas para el 27 de mayo y el 16 de julio, con lo cual acreditó que era derechohabiente, por lo que se le indicó que pasara a la sala de espera, donde aguardó tres horas y media para ser revisada.

Debido a que en la prolongada espera su estado de salud empeoró, dos de sus acompañantes se presentaron al área de Trabajo Social de ese hospital para solicitar que la valoraran. Personal administrativo les indicó que no era médico y que esperaran su turno.

Familiares de la paciente denunciaron en la CNDH que a las 19 horas del 9 de marzo de 2010, un médico apareció en el área de espera, a quien pidieron que la revisara, pero él se negó argumentando que no tenía tiempo. Se marchó sin revisarla y sin solicitar que otro médico la atendiera.

La investigación de la CNDH reveló que “los enfermos que acuden al área de urgencias de ese hospital tardan entre 12 horas o más de una semana en recibir atención médica. Con ello quedó evidenciado el incumplimiento del personal de ese hospital al numeral 5.5 de la norma oficial mexicana NOM.206.SSA1-2002, la cual dispone que los pacientes no deben permanecer en los servicios de urgencia más de 12 horas por causas atribuibles a la atención médica.

Ése es el lapso en que debe establecerse el manejo y el diagnóstico inicial, así como el pronóstico para determinar, de acuerdo al caso, si el paciente debe ser egresado a su domicilio, ingresado a hospitalización, derivado a consulta externa o trasladado a otra unidad de mayor capacidad resolutiva.

El ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, señala en la recomendación que “uno de los aspectos de mayor preocupación fue el hecho de que un médico se presentó en urgencias y se negó a valorar a la derechohabiente y sin solicitar que otro médico lo hiciera.

Y también el hecho de que ante la insistencia de la familia de la enferma de que su estado de salud se agravaba, a las 21 horas una enfermera accedió a verificar su estado de salud de la paciente, y en ese momento detectó el deceso: no respondió a estímulos verbales, tenía la piel fría, ausencia de pulso y de frecuencia cardíaca.

La CNDH demandó a la dirección general del ISSSTE reparación del daño a los familiares de la víctima; que proporcionen en todos los hospitales del instituto cursos de las NOM en materia de salud y de derechos humanos; que se ordene a los servicios de urgencia atender de manera expedita, eficiente y eficaz a quien requiere el servicio, independientemente de que sea derechohabiente.

Por último, informó al director del ISSSTE, Jesús Villalobos, que la CNDH presentó denuncia de hechos en la PGR, por lo que solicitó su colaboración.