Viernes 29 de octubre de 2010, p. 4
Las recientes matanzas en Tepic, Ciudad Juárez, Tijuana y el Distrito Federal –cinco en una semana– demuestran la incapacidad del gobierno para frenar la violencia, lo cual alimenta la impunidad y causa miedo entre la gente, al volver cotidianos los crímenes, sobre todo contra jóvenes.
En ello coincidieron organizaciones de derechos humanos; José Narro, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un funcionario de Naciones Unidas y especialistas en temas de seguridad.
Édgar Cortez, investigador del Instituto de Derechos Humanos y Democracia, señaló que la debilidad de las instituciones pone en evidencia su incapacidad para investigar y juzgar hechos tan graves como las masacres, y el nivel de corrupción que hay entre autoridades y el crimen organizado.
No nos interesa que Felipe Calderón exprese su indignación, sino que actúe y haga funcionar las instituciones
, enfatizó Cortez, quien pidió no sugerir que los jóvenes muertos eran criminales, sin que haya primero una investigación seria.
Magdy Martínez-Solimán, coordinador residente del sistema de las Naciones Unidas en México, advirtió que estos ataques pretenden generar miedo en la sociedad, aunque descartó que puedan afectar el desarrollo y la inversión.
Tras participar en la presentación de un informe sobre migración, el funcionario descartó cualquier intervención de los cascos azules en México, porque no es un país que esté en guerra
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En respuesta a quienes minimizan las ejecuciones de decenas de jóvenes, considerándolos parte de la delincuencia, el rector de la UNAM afirmó que no deben ser criminalizados pues el problema es que como sociedad no les damos opciones. Esa es la realidad
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Narro sostuvo que una sociedad que derrota a sus jóvenes, es una sociedad que se derrota a sí misma, y desafortunadamente es lo que nos está pasando. Hay que reflexionar porque algo estamos haciendo muy mal colectivamente y debemos revertirlo
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Integrantes de Contracorriente, agrupación conformada por estudiantes de la UNAM, aseguraron que la violencia contra la juventud muestra una estrategia de Estado para acallar a ese sector y eliminar a todos aquellos que carecen de oportunidades.
Martín Barrón, especialista en temas de seguridad nacional, sostuvo que el gobierno de Calderón no variará su estrategia mientras los actos de violencia no toquen a los grupos oligárquicos que dominan el país.