Miércoles 27 de octubre de 2010, p. 14
Rodolfo Coronado Montaño, presidente de la Asociación Rural de Interés Colectivo Tabacalera en Nayarit, asentó que los 500 millones de pesos para respaldar a los productores de tabaco en esa entidad, Chiapas y Veracruz son aceptables, pero se debe garantizar el IMSS a los agricultores, apoyos tecnológicos, financieros y fondos de garantía e infraestructura para dar valor agregado a los cultivos.
Hay que proceder con cautela en la reconversión productiva, pues no hay que olvidar que es un cultivo que se efectúa desde 1927; no puede realizarse sin una programación concertada con los campesinos y sustentada en un trabajo de investigación. Durante dos años se han estudiado cuáles podrían ser los mejores cultivos que sustituyan al tabaco. Durante ese lapso hemos visto los altibajos en los precios de los granos, analizado el comportamiento de las exportaciones de frutas y hortalizas y la relación institucional de las secretarías de Economía, Agricultura (Sagarpa) y Desarrollo Social, y concluido que el proceso de cambio de cultivo es un asunto complejo
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Con el cultivo del tabaco, dijo, los campesinos lograron mejorar sus condiciones de vida, y aunque en años recientes hay incertidumbre en torno al futuro de dicha siembra por la firma del convenio marco con la Organización Mundial de la Salud y el compromiso de México de reducir la prevalencia del consumo de cigarrillos, proteger a la población de la exposición al humo y ofrecer ayuda para el abandono del consumo de tabaco, no se atendieron el aspecto productivo y otros involucrados en el proceso productivo.
Este es un caso que afectará a campesinos y otros sectores involucrados, pero sobre todo a los productores de Nayarit, pues en Chiapas ya sólo se cultivan 600 hectáreas y en Veracruz 500, mientras en el estado son 8 mil 350 hectáreas, participan 3 mil 900 productores y para este año se espera una derrama económica de 490 millones de pesos.
Los productores de tabaco están ligados y dependen de las empresas cigarreras, con las cuales acuerdan los contratos para la producción. Su futuro ahora estará ligado al programa de reconversión productiva y a la aprobación y aplicación de los recursos.