Campaña del sector religioso conservador golpea popularidad de la candidata oficialista
El socialdemócrata alcanza 42.7% de intención de voto por 46.8% de la abanderada de Lula
Viernes 15 de octubre de 2010, p. 31
Brasilia, 14 de octubre. La luz de alerta se encendió este jueves en la campaña de la candidata oficialista a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, hostilizada por el sector religioso conservador y la derecha, al conocerse que su ventaja sobre el socialdemócrata José Serra se redujo al mínimo en lo que va de campaña, al rondar el empate técnico.
La encuesta Sensus divulgada este jueves da a la abanderada del presidente Luiz Inacio Lula da Silva 46.8 por ciento de intención de voto, contra 42.7 por ciento de Serra, resultado que revela una gran probabilidad de empate técnico, si se toma en cuenta el margen de error de 2.2 por ciento
, explicó la encuestadora.
Otros dos sondeos ubicaban este miércoles en 6 y 8 puntos, respectivamente, la ventaja de Rousseff sobre Serra, muy por debajo de la diferencia de 14 puntos que la izquierdista obtuvo en la primera vuelta electoral el 3 de octubre.
Rousseff ha perdido electores en todo el país, hombres y mujeres, ricos y pobres, mientras Serra ganó puntos en todos los segmentos del electorado y consiguió embarcar en su candidatura más de la mitad de los 20 millones de votos que en el primer turno fueron a la ambientalista Marina Silva.
Una intensa campaña contra la candidata de Lula, basada sobre todo en la divulgación de un video de 2007 en el cual defendía la despenalización del aborto, impidió que saldara la elección en la primera vuelta.
“La elección salió del escenario político –en el que Rousseff era vista como la continuadora de las políticas económicas y sociales del popular presidente Lula– a un escenario moral”, estimó el director de Sensus, Ricardo Guedes.
En el país con más católicos del mundo y donde las iglesias pentecostales crecen, el aborto, la creencia en Dios y la unión civil de personas del mismo sexo han ganado una insólita preponderancia en la elección
, destacó el consultor político Rodolfo Teixeira.
La campaña presidencial se está transformando peligrosamente en una guerra santa
, denunció este jueves Merval Pereira, columnista del diario O Globo.
El foco sobre temas sociales y corrupción –poco antes de la primera vuelta hubo acusaciones contra una colaboradora de Rousseff– han diluido el principal mensaje de la candidata oficialista: que está mejor posicionada para continuar con el actual estado de prsoperidad que ha sacado de la pobreza extrema a 20 millones de brasileños desde que Lula asumió el mando del país en 2003.
Rousseff comenzó a reaccionar con fuerza esta semana. El miércoles, en una reunión con líderes religiosos de todo el país, se comprometió a no enviar al Congreso ni sancionar leyes sobre temas polémicos para los cristianos
.
Hoy reiteró el mensaje. Lo que decidimos es que no mandaría al Congreso (en caso de que resulte electa el 31 deoctubre) iniciativas de ley que tengan impacto en la religión. El Estado es laico. El gran compromiso que asumí es que el Estado será laico y no va a interferir en cuestiones religiosas
.
Lula anunció el pasado lunes que se implicará de lleno en la campaña.
Contrariando una posición conservadora sobre los temas que afectan a la Iglesia y que le ha beneficiado en la campaña, el socialdemócrata José Serra defendió este jueves la unión civil de personas del mismo sexo, aunque dejó claro que el matrimonio
depende de las iglesias, en declaraciones divulgadas por la prensa brasileña.
Rousseff también indicó la víspera que no se opondría a la unión civil entre homosexuales.
Brasil es el país con más católicos del mundo, pero también cuenta con el mayor desfile gay que en junio reunió a tres millones de personas en Sao Paulo.
A poco más de dos semanas de la segunda vuelta de la elección, el próximo 31 de octubre, los candidatos no pueden perder tiempo.
Para parar la sangría de electores, la ex ministra de 62 años tendrá que utilizar muy bien sus armas: la figura de Lula, la militancia del Partido de los Trabajadores, y una efectiva ‘contracampaña’ para frenar los rumores en Internet y los mensajes en las iglesias que dañaron su imagen, estimó el jefe de la consultora Arko Advice, Murillo de Aragao.
Para su adversario, el ex gobernador del industrial estado de Sao Paulo, de 68 años, la tarea es también compleja, ya que para vencer no basta con conquistar a los indecisos, necesita robarle votos a Rousseff
, añadió.
Vamos a ver una campaña muy dura, y podemos esperar un resultado muy cerrado
el día de la elección, concluyó Teixeira.