El cuerpo es una máquina que sabe repararse a sí misma, porque fue creada para ello. Sin embargo, a veces olvida cómo hacerlo y se enferma, o empieza a atacar a sus propios órganos en una reacción alérgica que puede resolverse volviendo a instalar la información adecuada.

A partir de esta premisa, el médico estadunidense Leslie S. Feinberg desarrolló la neuromodulación (NM), terapia mediante la cual reactiva los datos que guardan las células de los seres humanos, y que en muchas ocasiones esta es suficiente para recuperar la salud, sin necesidad de antibióticos ni otras herramientas de la medicina tradicional.

Esta técnica, explicó Feinberg en entrevista con La Jornada, busca aprovechar la capacidad innata del cuerpo para curarse a sí mismo de casi cualquier dolencia, gracias a los datos que guarda en sus genes, y que bastan para mantenerlo en equilibrio.

Cuando el sistema mente-cuerpo está funcionando bien, tiene una percepción precisa de sus condiciones internas y de los retos del ambiente externo, como patógenos y toxinas, pero cuando su base de información es inadecuada o confusa, toma decisiones incorrectas y el resultado de ello es la enfermedad, señaló.

Para corregir esta falla, el terapeuta formula una serie de preguntas al paciente, con el objetivo de determinar con exactitud cuál es la falla de su sistema inmune, y después reprograma al cuerpo mediante una serie de frases o afirmaciones que le recuerdan a la mente cuáles son las respuestas fisiológicas adecuadas ante la enfermedad.

El resultado es que los mecanismos de defensa trabajan como deben hacerlo, y la gente recupera el bienestar. Este diálogo terapéutico no se dirige al consciente como en una plática normal, porque el cuerpo se controla a nivel inconsciente. Las pruebas de respuesta muscular se usan para monitorear la reacción del paciente mientras aplicamos el protocolo, afirmó.

Este intercambio sutil de información, aseveró Feinberg, quien ha estudiado la NM desde hace 30 años, se vale de alrededor de 90 vías clínicas que tienen que ver con algunos problemas en particular, como las alergias, la artritis, el insomnio, el estrés postraumático, la fibromialgia, la infertilidad, el estreñimiento y padecimientos sicológicos como la angustia.

Cada una de estas vías puede ser explorada mediante preguntas muy específicas para determinar cómo se ve el sistema a sí mismo, y de manera inversa, se realizan afirmaciones correctivas que entrenan a la mente y al cuerpo para tomar decisiones más eficientes para recuperar la salud, dijo.

Es por ello, señaló Feinberg, que la neuromodulación es considerada más un sistema para optimizar el potencial de curación de la mente y el cuerpo que una forma de tratar enfermedades, y en ello difiere del esquema médico tradicional, aunque ambos pueden utilizarse de manera complementaria.