ocos sonidos han logrado hacer identificable este desolador 2010. Cada vez es más difícil generar música que conecte con audiencias indigestadas tras escuchar toda la música posible que nunca en otra época pudieron escuchar. En días en que los álbumes-concepto ya son obsoletos, y en su lugar brillan los sencillos que por separado van armando discos que llegarán a completarse después de un tiempo, figura desde Brooklyn, aunque oriundo de Florida, el cuarteto The Drums, que desde el verano de 2009 viene refrescando orejas y piernas de la chamaquiza bailadora, al poner en las bocinas aquello que nos recordará estos días, en algún futuro mediano.

Y es que tras haber llamado la atención con los sencillos Let’s go surfing y I felt stupid, incluidos en su EP debut, Summertime!, pasaron de ser una bandilla del montón a ser el nuevo hype, a partir de sus nuevos temas Best friend y Forever and ever, amen, a aparecer hasta 2010 dentro del álbum homónimo, The Drums, el cual incluye cinco de los ocho temas de dicho EP, más seis nuevos, en los que es notorio mayor ahínco en las letras, así como mayor definición de estilo.

Con Jonathan Pierce a la cabeza, seguido por Jacob Graham, Adam Kessler y Connor Hanwick, estos chicos no temen recrear sonidos del ayer, con la imaginaria nostalgia de quien no lo vivió, para imprimirle ánimos de hoy día; tampoco temen entrarle al pastiche capaz de reunir en un mismo plano sonoro distintas épocas, ámbitos y latires, para con ello generar una sensación muy particular.

Con melodías vocales que guardan lejanos genes del doo-wop de los años 50 del siglo pasado, así como código genético predominante tanto del pop californiano de los años 60, muy a lo Beach Boys, como de The Smiths, Pierce canta sobre guitarras acústicas también muy Smiths, o muy temprano The Cure, pero sobre todo muy The Wake (legendaria banda pospunk de inicios de los años 80, militada por Bob Gillespie, antes de pasar por The Jesus and Mary Chain –banda de la que también abrevan–, mucho antes de dirigir Primal Scream), con gotitas de los Pixies. El remate para esta ensalada es el empleo de cajas de ritmos y sintetizadores ochenteros, harto new waves.

Contrario a lo que seguro están pensando, el resultado no es un adefesio con cara de coalición PAN-PRD, sino (y en ello radica su atractivo) un electro-rock-pop bastante agradable, de fácil escucha, sin llegar a la baratez; capaz de fundir melancolía cotidiana, en su lírica y expresión, con ritmos pegadizos, contemporáneos. El permanente reverb en voces y percusiones brinda al escucha una sensación borrosa, entre chicos que corren en la ribera de un río urbano y trepan bardas roídas, vestidos con playeras de colores, gafas de pasta, tenis blancos. Una risa doliente, una lágrima que se funde con la playa y sus tonadas; una burbuja de la soleada costa oeste, en medio de un nublado desencanto neoyorquino.

Como muchas de las pegadoras bandas recientes, los veraniegos chicos de The Drums, con todo y palmas, nos harán cantar con genuino gozo un rato, efímero pero verdadero. No buscan descubrir nada, sino que representan a su época, al emular todo eso que les invade desde Internet: esa realidad en la que todos los planos y épocas son una sola, cual multipestañas suplantadoras de la experiencia vital que está fuera de las pantallas.

Jazz, La Barranca, Paté de Fuá, Teixeiro, Enjambre

Viernes 16: 1. Buen jazz con Waldo León (guitarra), Itzam Cano (contrabajo) y Gabriel Lauber (batería), dentro del ciclo Lo Sonoro Contemporáneo. Conejoblanco (Amsterdam 67, Condesa). 21 horas, $80. 2. Clorofila (Nortec) y su diyéi-set Corridos Urbanos. Pasagüero (Motolinia 33, Centro). 22 horas, $120. 3. Mash-oops! Con los diyéis Rayobacks & Dann Kalter. Imperial (A. Obregón 293, Condesa). 22 horas, $100.

Sábado 17: 1. Barkhanes, intervención musical/ espacio sonoro, de Carole Chargueron: en vivo, ella misma, Alex Bruck (viola), Vincent Touzet (flauta), Omar López (sax), Luis Mora (clarinete). Arte Alameda (Dr Mora 7, Centro), 11, 12 y 13 horas; también jueves 22 a las 17, 18 y 19 horas, así como sábado 24, mismas horas del día 17; entrada libre. 2. La canción consciente de León Chávez Teixeiro y L@s Prófug@s. Auditorio Quetzalcóatl, (saliendo del metro Iztapalapa). 19 horas, entrada libre. 3. Cabezas de Cera y su música única, presenta el dvd CdC Live USA. Museo de la Ciudad de México (Pino Suárez 30, Centro). 20 horas, entrada libre. 4. Paté de Fuá y sus tanguitos jazzy-roqueados. Pasagüero (dirección citada). 22 horas, $120. 5. El buen rock actual de: Enjambre, Torreblanca y 60 Tigres. Pabellón Alta Tecnología (Insurgentes 3500, Peña Pobre), 20 horas, $350 a $430.

Miércoles 21: La Barranca presenta nuevo sencillo y video, La lengua del alma. Imperial (dirección citada). 22 horas, $150 (Cartelera completa en http://patipenaloza.blogspot.com)

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