El combate a la delincuencia organizada no se debe limitar a un enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre las fuerzas del orden y su contraparte criminal, pues la simple utilización del poder coercitivo del Estado en sí mismo no es solución, afirmó el titular del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), Édgar Elías Azar.

En una conferencia magistral sobre la Ley de extinción de dominio de la ciudad, el magistrado subrayó que la sociedad quiere paz y no promesas de batallas incansables y martirios reiterados, pues el enemigo, lejos de debilitarse, se regodea y recapitula para atacar con mayor fiereza.

Resaltó que el crimen organizado utiliza instrumentos financieros, jurídicos, políticos, sociológicos y hasta filosóficos para conseguir sus objetivos; de allí que para contrarrestarlo se requiere de estrategias, inteligencia, audacia e imaginación, por lo que resaltó la aplicación de la extinción de dominio en la capital del país, que ha permitido atacar sus estructuras.

En el auditorio Samuel del Villar del Instituto de Formación Profesional de la procuraduría local hizo énfasis en que en la lucha contra el crimen organizado se requieren acciones de Estado valientes, alejadas del sensacionalismo, partidismo y de pretensiones de notoriedad que sólo generan altas expectativas y nulos resultados.

Atrás quedaron, subrayó, los tiempos en que la delincuencia era un grupo de individuos que improvisaban para delinquir. Ahora, son verdaderas industrias del crimen, que tienen instancias de análisis y programación que presupuestan, pagan y ejecutan, que tienen rutas de distribución y la identificación de zonas específicas para el desarrollo de su actividad, cuentan con instancias de asesoría legal, áreas de inteligencia, utilizan el espionaje y el contraespionaje para conocer el actuar de su enemigo que es, precisamente, las instituciones del Estado. Infiltra personal para la obtención de información.

Édgar Elías manifestó que para combatir esta problemática es necesario tener inventiva y creatividad para generar nuevos mecanismos que inhiban su proliferación, como la extinción de dominio, con la cual el Gobierno del DF ha obtenido 17 sentencias favorables para enajenar inmuebles relacionados con la comisión de delitos, de los cuales 12 fueron impugnados y están en proceso de revisión en el TSJDF.

En ese sentido, el titular de la PGJDF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, resaltó la necesidad de atacar las estructuras económicas de la delincuencia, ya que los hombres son sustituibles, se cambian por otros.