Dos empresas franquiciatarias de Pemex detentan una de cada tres gasolineras de las 340 que hay en el Distrito Federal; sin embargo, no pagan salario a sus empleados vacaciones o aguinaldo, ni otorgan prestaciones, ya que la autoridad laboral se lo permite y las protege, acusó el Sindicato de Trabajadores de Casas Comerciales, Oficinas y Expendios (Stracc).

En un informe titulado Violación a los derechos humanos laborales en las estaciones de gasolina, esta organización señala que por corrupción y complicidad entre dueños de estas franquicias y funcionarios, las inspecciones realizadas por la autoridad laboral, pasan por alto innumerables violaciones que se cometen en contra de más de 10 mil trabajadores que emplean estos centros de servicio del DF.

Del total de empleados, 9 mil no perciben salario de ningún tipo y tienen que sobrevivir con propinas. Es decir, 90 por ciento de los mismos se mantiene de lo que les dan los automovilistas.

Estos trabajadores no ejercen ningún derecho, y la actuación de la Junta de Conciliación y Arbitraje es decepcionante, señala el sindicato.

El Stracc indicó que para ocultar que no se paga salario a los trabajadores, las empresas los obligan a firmar papeles en blanco, los cuales luego son maquillados y presentados como recibos de salario y prestaciones ante autoridades laborales.

Lo verdaderamente absurdo es que los trabajadores tengan que pagar por trabajar, porque para laborar cada uno de ellos tiene la obligación de cubrir una cantidad que oscila entre 30 y cien pesos diarios, de lo contrario se les niega el derecho a laborar; a esta cuota se le denomina derecho de piso y el monto de lo recabado puede caer en manos de la gerencia o, incluso, del mismo patrón.

En las estaciones de gasolina del Distrito Federal la situación de los trabajadores está definida por flagrantes y constantes violaciones, como despidos injustificados e inestabilidad en el empleo, nulo cumplimiento a las normas básicas de salud e higiene, y jornadas en las que los obligan además de despachar gasolina a ejercer otras tareas e incluso laborar más de ocho horas sin día de descanso.

Las principales centrales obreras en el sector gasolinero son la CTM y la CROM, además del personaje siniestro que no puede faltar cuando hablamos de contratismo de protección patronal, Ramón Gámez, quien tiene bastantes contratos en el sector, señala el reporte del Stracc.