Peligra el nivel de empleo en la industria azucarera, ya que el sector atraviesa una de sus peores crisis, al grado que desde 2009 se prendieron los focos rojos, por lo que el país podría llegar a tener un déficit en la producción, lo que comprometería el número de plazas laborales.

Tras advertir lo anterior, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera, Adrián Sánchez Vargas, planteó en entrevista que luego de que nuestro país fue uno de los principales productores del endulzante en el mundo –generador de más de 500 mil empleos directos e indirectos–, la situación es muy difícil por falta de inversión en los ingenios y la poca voluntad para elaborar subproductos de caña.

Indicó que falta financiamiento fresco, además de que está muy castigado el precio del azúcar, por lo que la producción no es costeable; por ello sería importante entrar de lleno en la generación de subproductos de caña de azúcar, como el etanol y la energía eléctrica. Ello podría no sólo salvar los actuales empleos del sector, sino incluso crear más.

Sánchez Vargas comentó que las condiciones laborales son muy específicas, ya que en esta industria se trabaja cinco meses para vivir 12, por lo que en los periodos de no producción se podría diversificar la tarea de los ingenios de forma que los cañeros pudieran tener ingresos y más trabajo para mejorar su situación económica, al igual que las empresas.

Desde su punto de vista, si no hay cambios sustanciales la producción de azúcar puede descender a menos de 4 millones de toneladas anuales, lo que significaría que el país sería deficitario en un rubro en el que durante muchos años se mantuvo entre los principales productores internacionales y exportadores.

Según estima, en el actual ciclo de zafra, que concluye entre junio y julio, la producción será de alrededor de 4.8 toneladas de azúcar, lo cual asegura el abasto interno. No obstante, el cambio climatológico provocado por el calentamiento global ha afectado al sector, ya que 25 por ciento del campo cañero en México tiene sistema de riego y 75 por ciento es de temporal. Falta mucho para tecnificar el campo, lo cual permitiría lograr producciones por arriba de 7 millones de toneladas de azúcar al año, apuntó.

El gobierno federal debe apoyar al sector, porque, dijo, somos un país con muchos problemas de empleo, un déficit altísimo en su número y no pueden ponerse en riesgo los que hay.