La oposición empresarial a la iniciativa del gobierno para regular la venta de comida chatarra en las escuelas del país domina la consulta pública que la Comisión de Mejora Regulatoria (Cofemer) inició el 10 de junio.

En una semana se presentaron 17 comentarios a los lineamientos elaborados por las Secretarías de Educación Pública (SEP) y de Salud (Ssa) para la venta o distribución de alimentos y bebidas en las escuelas de educación básica.

En general, el sector privado rechaza que los productos que fabrican sean considerados comida chatarra y se excluyan de las escuelas, se quejan de que el análisis oficial sobre la afectación a la industria es impreciso e incongruente y advierten que la iniciativa generará desempleo y pérdidas económicas, además de una mala imagen para sus marcas en otros ámbitos.

Entre los primeros comentarios que recibió Cofemer se encuentran los de Grupo Jumex, la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca) y la compañía Danone.

Por separado, Jumex, Danone y Canainca demandan que los jugos, néctares, leche, yogures y líquidos de soya sean considerados alimentos líquidos por sus elementos nutricionales, su adecuado contenido energético y bajo índice de azúcar, ya que el anteproyecto oficial los cataloga como líquidos, por lo se les da un trato diferente al de los alimentos sólidos.

Acusan que hay imprecisiones e inconsistencias en el documento y se contravienen leyes y normas vigentes de la Ssa que consideran tales líquidos como productos alimenticios.

Jumex manifiesta la preocupación de los fabricantes de estos productos líquidos, pues, de aprobarse los lineamientos, su venta en las escuelas se restringirá de inmediato en el próximo ciclo escolar.

Solicitamos que sea en forma gradual, como lo será en el caso de los alimentos sólidos, y no que entre en vigor de inmediato como se pretende, expone a la Cofemer.

Danone –que se autodefine como empresa líder en productos saludables– justifica que no puede eliminar totalmente el azúcar de los yogures que fabrica porque resultarían imposibles de consumir debido a su acidez natural.

Aseveró que el consumo per cápita de yogur en los niños de 5 y 11 años en México es tan bajo (19 gramos por día) que no puede asociarse con el desarrollo de obesidad, además de que sólo se vende en dos por ciento de las escuelas básicas.

Jumex asegura que el consumo de jugos y néctares equivale a una de las cinco porciones de fruta diaria recomendadas en una dieta adecuada y rechazó que contengan azúcar.

Critica también que se pretenda que la industria venda porciones de 125 mililitros o menos, pues la más pequeña es de 200 mililitros, que aporta menos de 92 kilocalorías.

Asegura que es una idea inequitativa porque a una serie de productos como botanas saladas, galletas, pastelitos, postres y incluso alimentos preparados se les exige un aporte calórico de entre 140 y 180 kilocalorías.