Washington, 13 de junio. El gobierno de Estados Unidos debe llevar a cabo una investigación inmediata, exhaustiva y transparente de los recientes asesinatos de dos mexicanos por agentes fronterizos, demandó hoy aquí la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW).

Estos incidentes y el creciente número de episodios en que inmigrantes son asesinados o heridos por agentes fronterizos generan graves preocupaciones por el posible uso ilegal de la fuerza letal, indicó la organización defensora de los derechos humanos.

Agentes fronterizos que afirmaron haber sido agredidos con piedras por inmigrantes, mataron a tiros a Adrián Hernández, de 15 años, la noche del 7 de junio pasado, en un puente ferroviario que une Ciudad Juárez con El Paso, Texas.

En otro incidente, Anastasio Hernández Rojas falleció el 31 de mayo, tres días después de haber sido golpeado y sometido a descargas eléctricas por agentes de control fronterizo en el cruce de la frontera de San Ysidro, que separa a San Diego de Tijuana.

El aumento en el número de asesinatos perpetrados por patrullas fronterizas pone de manifiesto la necesidad de que Estados Unidos realice una investigación abierta y exhaustiva, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

Todos los agentes fronterizos que sean declarados responsables por el uso de fuerza excesiva deben responder por ello, consideró la organización en un comunicado.

Según fuentes del gobierno mexicano, la cantidad de incidentes violentos que involucran a la Patrulla Fronteriza contra ciudadanos mexicanos se ha incrementado notablemente en los pasados tres años.

En un comunicado de prensa del 8 de junio, el gobierno mexicano informó que en 2008, cinco mexicanos fueron asesinados o heridos por la Patrulla Fronteriza. En 2009, la cantidad fue de 12 personas y en 2010 ya se han producido 17 incidentes.

Por su parte, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) señaló, en un informe, que en el incidente del 7 de junio, los agentes descubrieron a un grupo de presuntos inmigrantes ilegales que intentaban ingresar a Estados Unidos y detuvieron a dos de ellos.

Los otros huyeron, cruzaron la frontera y comenzaron a arrojar piedras a los agentes, uno de los cuales efectuó varios disparos y mató a Adrián Hernández, según el informe.

La familia de la víctima manifiesta que Hernández no intervino en el incidente y que tampoco cruzó la frontera.

En el caso de la garita de San Ysidro, la policía de San Diego afirmó que Hernández Rojas, de 42 años, atacó a los agentes fronterizos cuando se preparaban para deportarlo a México.

Según la versión, un agente golpeó a Hernández Rojas con un bastón policial y otro le dio una descarga eléctrica, ante lo cual, el mexicano perdió el pulso y dejó de respirar. Sobrevivió tres días con soporte vital, hasta que finalmente murió.

Los deudos de Hernández Rojas sostienen que el mexicano vivía en Estados Unidos desde los 14 años, había sido deportado por una infracción de tránsito, luego había regresado a aquel país y fue detenido nuevamente la tarde del 28 de mayo.