Querétaro, Qro., 8 de mayo. Transformar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es una tarea urgente, concluyeron científicos y académicos en el primer congreso de sus miembros. Aseguraron que es necesario modificar los criterios de evaluación, establecer códigos éticos para las comisiones dictaminadoras, garantizar la calidad y no sólo la cantidad de la investigación científica, promover el trabajo en grupos y redes, e incidir con mayor fuerza en la búsqueda de soluciones a los problemas que enfrenta el país.

Luego de cuatro días de debates sobre el futuro del SNI señalaron que no podemos seguir en una carrera de puntos para acceder a un mayor ingreso económico a costa de la docencia y la divulgación científica. Reconocieron que la comunidad académica requiere de mayor interacción con la sociedad, pero también incidir más en la toma de decisiones políticas.

Hay una clara insatisfacción de los científicos con la situación actual que enfrenta el país. Percibimos una necesidad histórica de cambiar el modelo de nación y debemos participar, afirmó Juan José Saldaña, coordinador de la comisión de representantes de los investigadores del sistema. Agregó que ya es tiempo de tomarles la palabra a los tomadores de decisiones cuando nos dicen que debemos participar más.

En la mesa de conclusiones donde se presentó el balance preliminar de los temas abordados en el primer Congreso de Miembros del SNI, José Antonio de la Peña, director adjunto de desarrollo científico y académico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), informó que una de las primeras acciones para consolidar la calidad de la investigación científica es la aplicación de un programa de movilidad de los investigadores.

Los académicos podrán estar un mes en otra institución o centro de investigación con otro científico para consolidar una nueva línea o red de conocimiento. El consejo, aseguró, ya lo aprobó y en breve se hará un anuncio oficial. Tendremos mil apoyos de este tipo al año y creemos que puede ser una herramienta que nos ayude, aunque no será la única.

Destacó que en el encuentro al que asistieron más de 700 científicos de todo el país se reconocieron los logros alcanzados por el SNI, aunque también se expresaron claras inquietudes. Se ha convertido en un sistema de evaluación y no de promoción de la ciencia y de su calidad. Aunque tampoco queda claro qué tipo de ciencia queremos en México. No sabemos bien a dónde vamos.

Otra crítica, admitió, es que no se trata de un verdadero sistema nacional de investigadores. Se promueve un perfil homogéneo del científico. Se les mide por igual, sin considerar las áreas del conocimiento ni las dificultades que enfrentan en cada región del país para realizar sus tareas como académicos e investigadores.

Llamado a la movilización

Saldaña agregó que en el congreso hay un claro llamado a la movilización. Hay quienes propusieron pequeños ajustes, en una visión más conservadora, pero hubo otros que demandaron ir más allá y alcanzar una verdadera innovación del sistema. De manera interna a muchos les preocupan los mecanismos de evaluación, porque no toman en cuenta los esfuerzos de divulgación, docencia o las propias complejidades de las distintas áreas del saber.

Es claro que buscamos una evaluación más cualitativa, en la que se valoren las diferencias entre las propias instituciones de educación superior. También hay interés para que la comunidad científica sea tomada en cuenta en la búsqueda de soluciones a los graves problemas que enfrentamos como país.

Teresa Jarquín, historiadora y catedrática del Colegio Mexiquense, enfatizó que el encuentro abrió el camino para iniciar una discusión que nos demanda reformar el SNI, pero también pensar más en las necesidades del país. Es tarea de todos definir a dónde queremos que vaya el SNI y si es o no un programa que sólo nos ayuda a completar el salario. Debemos recordar que detrás vienen nuevas generaciones de investigadores que demandan un espacio y mejores condiciones para enfrentar los retos de la ciencia en el futuro.