En Chiapas, el Presidente se dice contento porque cumplí lo que prometí en 2008
Aunque reconoce que falta mucho por hacer, insiste en que estamos en el camino correcto
Sábado 8 de mayo de 2010, p. 5
San Juan Chamula, Chis., 7 de mayo. A unos metros de la iglesia de San Juan Bautista, que lo había recibido con un sonoro tañer de campanas, el presidente Felipe Calderón pidió a Dios que lo ilumine a él y a todos los gobernantes para trabajar siempre en favor de los más pobres.
Por esto estoy contento, porque estamos trabajando por la gente más pobre. Y que precisamente, el cielo y el dios que cuida y protege a San Juan Chamula pueda iluminarnos a los gobernantes para gobernar y trabajar siempre y especialmente en favor de los más pobres.
Ataviado con la indumentaria que cinco líderes indígenas le pusieron –el chuj de lana, sombrero con listones de colores, pañuelo y morral de cuero–, el michoacano dijo estar contento porque ha cumplido su palabra con la gente pobre.
Fue una gira de reiteradas evocaciones religiosas. Así, en Comitán, el Presidente aseguró que gracias a Dios
su prima Lucy se está curando.
Y antes, en la entrada del nuevo mercado de Chamula, se encenderían cien veladoras con la imagen de la Virgen de Guadalupe sobre hojas de juncia, esparcidas sobre una mesa cuadrangular para completar el ritual.
Con el pesado chuj a cuestas, Calderón comenzó a sudar mientras subía los más de 20 escalones del mercado y comentaba con el gobernador de Chiapas, Juan Sabines –quien vestía el mismo atuendo– los detalles de la construcción que había prometido entregar en su anterior viaje, en 2008.
Ante cientos de rostros indígenas, de quien se declaró amigo y un hermano
, el mandatario comenzó su discurso con un saludo en tzotzil, que llamó la atención de su auditorio, el cual luego escuchó en esa lengua el mensaje presidencial gracias a un traductor.
Mientras el viento hacía revolotear los listones de su sombrero, Calderón hizo un recuento de todo lo que le pidieron en aquella visita: agua potable para cinco comunidades y al final fueron beneficiadas ocho, drenaje para la comunidad El Callejón, la rehabilitación de 33 baños y una carretera de cuatro carriles de Chamula a San Cristóbal.
Aunque la carretera está a la mitad, presumió: Hoy puedo venir aquí con la palabra que más debe satisfacer, que más gusto debe dar a un político: cumplir mi palabra y por eso, con orgullo, frente a ustedes, frente al templo de San Juan en esta plaza les digo: Cumplí lo que prometí
.
Luego reconoció que falta mucho por hacer, pero insistió: Estamos en el camino correcto
.
Cuando faltan dos meses para las elecciones en esta entidad y de visita en este bastión priísta, aprovechó para resaltar que junto con su amigo
, el gobernador Sabines, trabaja para que todos los chiapanecos dispongan de doctor y medicinas, además de piso de cemento en casa.
Los tiempos electorales se notaron, porque el alcalde de Chamula, Domingo López González, no fue orador en la ceremonia y en su lugar habló el tesorero, porque en los corrillos chiapanecos se comenta que ya habría renunciado para postularse como candidato a diputado pero ahora por la alianza de PAN, PRD, Panal y Convergencia. Para evitar problemas, tanto Sabines como Calderón saludaban a Domingo
, nombre que coincide también con el del regidor.
En Comitán de Domínguez puso en marcha un hospital, un año después de que una treintena de bebés murieron a causa de un virus, y fue donde contó la historia de una tía suya que murió de cáncer en menos de 22 días, porque se lo detectaron tarde, pero con Lucy no fue así, porque se lo detectaron de inmediato y gracias a Dios se está curando
.
Como en anteriores visitas, Sabines llenó de elogios a Calderón, aunque cuando lo recibió en San Cristóbal de las Casas elementos del Estado Mayor Presidencial le impidieron subirse a la camioneta del mandatario.
Fue Sabines quien se encargó de resaltar que el michoacano regresó, no como otros que habían ido en campaña en alguna ocasión a prometer, pero no volvieron.
Así, en el Hospital de las Tres Culturas, en San Cristóbal, aseguró que el mandatario federal encabeza una revolución en la política social que se expresa en su cercanía con los pueblos indígenas
y los frutos ya se ven en tierras chiapanecas. Exclamó: ¡Gracias, señor Presidente, por cumplir con hechos y no con palabras!
En el último municipio, en Comitán de Domínguez, halagó a nuestro Presidente
por su energía en la lucha contra la delincuencia y porque ha convertido los más agudos problemas en grandes fortalezas.