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Podría afectar circulación oceánica; proceso natural: científico

En la Antártida se desprendió un témpano del tamaño de Luxemburgo
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de febrero de 2010, p. 31

Singapur, 26 de febrero. Un témpano del tamaño de Luxemburgo se desprendió de un glaciar en la Antártida tras ser embestido por otro iceberg gigante, informaron científicos. El hecho podría afectar los patrones de circulación oceánica.

El témpano, de 2 mil 500 kilómetros cuadrados, se desprendió a principios de este mes del glaciar Mertz, una lengua flotante de hielo de 160 kilómetros en el océano Antártico.

La colisión dividió en dos la lengua que drena hielo de la vasta capa en el este de la Antártida.

La división en sí no está directamente vinculada con el cambio climático; está relacionada con los procesos naturales que ocurren en la capa de hielo, declaró Rob Massom, un destacado científico de la División Antártica Australiana y el Centro de Investigación Cooperativo sobre Ecosistemas y Clima Antártico, con sede en Hobart, Tasmania.

Ambas organizaciones, junto con científicos franceses, han estado estudiando grietas gigantes en la lengua de hielo y vigilado la colisión al estilo de un parachoques de otro témpano, el B-9B.

Este pedazo de hielo de 97 kilómetros es un remanente de otro de más de 5 mil kilómetros cuadrados que se desprendió en 1987, con lo que se convirtió en uno de los bloques de hielo más grandes de los que se tiene registro de la Antártida.

El témpano del glaciar Mertz está entre los más grandes de los años recientes. En 2002, uno de casi de 200 kilómetros se escindió de la capa de hielo Ross de la Antártida. En 2007, otro del tamaño de Singapur se desprendió del glaciar Pine Island en la Antártida occidental.

Massom dijo que la división en la lengua de hielo y la presencia de los témpanos Mertz y B-9B podría afectar la circulación oceánica mundial.

La zona es importante para la creación de agua salada y densa que es clave en la circulación oceánica mundial. Ello se produce en parte por la rápida producción de hielo marino que el viento lleva continuamente hacia el oeste.

La eliminación de esta lengua de hielo flotante podría reducir el tamaño de la zona de aguas abiertas, lo que podría volver más lenta la tasa de producción de salinidad en el océano y la de formación de agua de fondo de la Antártida, dijo Massom.

El científico indicó que había riesgo de que ambos témpanos se quedaran varados en bancos de arena, interrumpiendo así la creación de la agua densa y salina y la cantidad que se hunde al fondo del océano.

Los océanos actúan como un volante gigante para el clima del planeta, alternando el calor a lo largo del globo a través de las miles de corrientes, por encima y debajo de la superficie.