La Secretaría de Educación Pública (SEP) invertirá 50 millones de pesos para fortalecer los programas Escuela Segura y Escuelas de Tiempo Completo para niños de educación básica en Ciudad Juárez, Chihuahua, a pesar de las críticas de organizaciones civiles y especialistas, quienes han alertado sobre las deficiencias en la estrategia planteada por el gobierno federal para resolver la problemática educativa en esa frontera.

El subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez, señaló que con un presupuesto de 17 millones de pesos se ampliará la cobertura de Escuela Segura a cien por ciento de los centros escolares en Ciudad Juárez, al pasar de 600 a mil planteles, y agregó que también se destinarán 30 millones de pesos para impulsar el programa Escuelas de Tiempo Completo.

Destacó que, dependiendo de nuevas demandas, muy focalizadas, vamos a reconsiderar alguna inversión adicional que nos permita potenciar más escuelas siempre abiertas en beneficio de las madres trabajadoras pues, aseguró, es una de las demandas más sentidas de la sociedad juarense.

No obstante, reconoció que no sólo Ciudad Juárez es considerada foco rojo por el entorno de violencia que se puede generar cerca de los planteles educativos, y afirmó que en Monterrey, Nuevo León; Cancún, Quintana Roo; Culiacán, Sinaloa; Cuernavaca, Morelos; Acapulco, Guerrero, y delegaciones como Venustiano Carranza e Iztapalapa, Distrito Federal, también se han fortalecido las acciones de Escuela Segura.

González Sánchez, yerno de Elba Esther Gordillo, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, destacó que al menos 5 millones de alumnos de primaria y secundaria, así como 250 mil docentes en todo el país, participan en el programa Escuela Segura, cuyo objetivo es preventivo, y no correctivo, pues insistió en que los planteles públicos y privados aún son espacios seguros para estudiantes y profesores.

En entrevista, agregó que Escuela Segura atiende 18 mil planteles en todo el territorio nacional, con un presupuesto de 6 mil pesos por establecimiento, cifra que esperamos incrementar, aunque no se trata de resolver el problema sólo con una inversión en efectivo.

Patricia Escamilla, investigadora del Colegio de la Frontera Norte y especialista en temas de seguridad, afirmó que la alta tasa de criminalidad que afecta a adolescentes y jóvenes en las principales ciudades fronterizas no se va a resolver con programitas educativos, que pueden ser necesarios, pero son totalmente insuficientes, porque no se resuelve el problema de fondo, que es la falta de oportunidades de laborar y tener una vida digna.

No se puede combatir la violencia y el narcotráfico, indicó, sólo con buenas recomendaciones de valores en las escuelas, si el mejor patrón para los jóvenes sigue siendo el narcotráfico. En Ciudad Juárez la única alternativa que se les deja ante la deserción escolar e incluso al concluir sus estudios es la maquila, un empleo que es percibido como un camino sin futuro.