Nueva York, 18 de febrero. La Organización de Naciones Unidas llamó a la comunidad internacional a recaudar mil 442 millones de dólares de emergencia para Haití con la finalidad de ayudar a tres millones de personas, lo que representa 30 por ciento de la población haitiana, afectadas por el terremoto del 12 de enero.

Este llamado se hace para cubrir las necesidades más inmediatas, y precede a un pedido de de 577 millones de dólares hecho los primeros días de la catástrofe, y que ya está totalmente financiado, precisa un comunicado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas..

Tras el devastador terremoto que dejó más de 217 mil muertos y alrededor de un millón 200 mil personas sin vivienda, el organismo indicó que casi un tercio de los fondos pedidos (480 millones de dólares) servirá para comprar alimentos. El resto se repartirá entre varios sectores como refugios provisionales, agricultura, educación, salud e higiene.

Este es el pedido de recursos para ayuda de emergencia más grande que ha realizado la ONU a causa de un desastre natural. Bill Clinton, el enviado especial de Naciones Unidas para Haití, se dirigió a la comunidad internacional, a la que pidió: ofrezcan menos pero denlo y háganlo lo más pronto posible.

En el acto también participó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien recordó que esta tragedia se puede convertir en una oportunidad para reinventar Haití, como dijo el ex presidente Clinton. Ambos reconocieron el apoyo y cooperación de organizaciones y países caribeños y latinoamericanos en la tragedia haitiana.

Ban agradeció la ayuda de la comunidad internacional, la de los países que contribuyeron con militares y policías para la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (Minustah), encabezada por Brasil –particularmente a los vecinos de Haití en el Caribe y América Latina–, y reconoció los esfuerzos del presidente de Haití, René Preval, y de su gobierno.

Edmond Mulet, jefe de la Minustah, pidió a la comunidad internacional el envío urgente de carpas a Haití para cobijar a los damnificados, luego de que esta madrugada intensas lluvias sorprendieron a miles de personas que habitan en improvisados campamentos en Puerto Príncipe.

Lo que más nos preocupa ahora es el tema del cobijo, del techo, ahora que llegan las lluvias, y las cuestiones de sanidad, apuntó Mulet desde España, cuyo gobierno subrayó la necesidad de trabajar todos juntos (los países miembros de la Unión Europea), para hacer llegar a Haití estos cobijos.

Por segunda vez en una semana los habitantes de Puerto Príncipe padecieron varias horas de lluvia, lo que obligó a muchos damnificados a dejar sus precarios refugios. Las precipitaciones estropearon las tiendas de campaña que quedaron anegadas en lodazales.

En Haití la temporada de lluvias suele empezar en abril, pero este año fuertes chaparrones ya caen en la capital, lo que preocupa a socorristas.

John Holmes, jefe de asistencia humanitaria de la ONU, reprendió a las agencias de ayuda en Haití por su mala coordinación y pocos recursos que, sostuvo, han debilitado la confianza en su capacidad para responder a la catástrofe. Por ello, pidió a las agencias un enfoque más agresivo para ayudar al país caribeño, según un informe filtrado a la prensa.

El presidente francés, Nicolas Sarcozy, anunció desde Martinica la celebración, a finales de marzo en las Antillas, de una conferencia internacional de ciudades y regiones del mundo para ayudar a Haití. El mandatario, que la víspera estuvo en el país devastado, explicó que esa reunión será para preparar la conferencia de la ONU en Nueva York.

Las instituciones multilaterales y los donantes discuten la posibilidad de crear una agencia de reconstrucción para Haití, informó la responsable del Banco Mundial para América Latina, Pamela Cox. Quiero subrayar que la reconstrucción no consiste solamente en construir edificios, sino que hay que reconstruir la economía, la vida de la gente, señaló.

Mientras, la madrugada de este jueves llegaron a Miami ocho de los 10 misioneros estadunidenses acusados de secuestro de niños en Haití, luego de que fueron liberados por un juez haitiano. Los otros dos siguen bajo interrogatorio, según fuentes judiciales.

Pero antes de salir de Haití, los ocho liberados de la Iglesia Bautista se dirigieron a la embajada de su país y posteriormente fueron sacados en un avión de la fuerza aérea estadunidense, en un caso que fue seguido de cerca por la secretaria de Estado, Hillary Clinton.