Con el cambio en las reglas de operación del Pro Árbol se dará atención a zonas prioritarias, se restaurarán áreas degradadas y se atenderá a comunidades en pobreza. Se espera reforestar 2.5 millones de hectáreas al final del sexenio, informó el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada.

El año pasado, por cuestiones climáticas, se dejaron de plantar 30 millones de plantas por conducto de Pro Árbol, lo cual representa 20 por ciento de la meta que se tenía prevista, dijo por su parte Juan Manuel Torres Rojo, director de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en conferencia de prensa.

Explicó que se redujeron las categorías y conceptos de apoyo del programa. De cuatro categorías quedaron las de Desarrollo forestal, Conservación y restauración y Competitividad, además de que se redujeron a ocho los conceptos de apoyo.

Detalló que los cambios están basados en criterios de diferenciación y focalización de recursos destinados a las áreas prioritarias definidas por la Conafor; se apoyarán proyectos ubicados en áreas determinadas con criterios técnicos.

Con la focalización de recursos se atenderán áreas compactas con pagos diferenciados, donde el costo de oportunidad se reconozca mediante el pago por los servicios ambientales de los bosques, con lo que los dueños y poseedores de los terrenos forestales reciban un ingreso por los trabajos de reforestación y restauración de sus predios, explicó Torres Rojo.

Las áreas prioritarias se definirán por el proceso de degradación, y si éste pone en riesgo la biodiversidad y los servicios ambientales, por lo que se buscará dar atención integral para rencauzar su manejo forestal sustentable.

Torres Rojo señaló que un nuevo enfoque en la estrategia de desarrollo forestal del país es la diferenciación de apoyos, de tal forma que se generen incentivos para actividades de conservación o restauración adicionales, e incluso pagar por el costo de oportunidad de restablecer un uso de suelo forestal.