En asamblea acatan orden del líder nacional Víctor Fuentes; podría pasarnos como al SME
Rossana Jaramillo recibió instrucciones de Urbina Domínguez de alterar la nómina y darle 6.7% más
Jueves 18 de febrero de 2010, p. 17
La dirigencia del sindicato de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) revirtió la sanción impuesta por la paraestatal contra una empleada que alteró la nómina en favor del sueldo de su líder gremial.
La maquinaria del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) se movió para hacer una asamblea a modo en la sección del valle de México y restar valor al oficio HH001/0022/ 2010, con el acta administrativa del 18 de diciembre, en el que la CFE comprueba la irregularidad administrativa detectada en el Sistema Integral de Recursos Humanos.
A mano alzada, se instó a los electricistas a votar por la permanencia de su dirigente seccional, Mario Urbina Domínguez, quien había ordenado a la trabajadora –despedida por la CFE– incrementarle el salario 6.7 por ciento, equivalente a un brinco de tres escalones en la nómina de la paraestatal, cuyo lema es una empresa de clase mundial
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En particular, las huestes que encabeza Víctor Fuentes, líder del SUTERM, operaron para no exhibir la corrupción interna en esta organización gremial porque –argumentaron algunos de los oradores– con ello se da carne fresca a los enemigos del sindicato para que nos destruyan, y al rato, con ese pretexto, nos van a dejar sin empleo, como hicieron con los del Sindicato Mexicano de Electricistas (trabajadores de la desaparecida Luz y Fuerza del Centro)
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Molestia por ventilar casos en la prensa
La cúpula gremial y sus seguidores exigieron además que den la cara
quienes están difundiendo en la prensa los asuntos internos del SUTERM. La Jornada publicó el mes pasado el caso en que los gerentes de la CFE acordaron el despido de Rossana Jaramillo Hernández y la emisión de una severa llamada de atención por escrito
al mencionado líder seccional.
De acuerdo con trabajadores asistentes a la asamblea –realizada la tarde del pasado martes–, por orden de Víctor Fuentes
se autorizó la reinstalación de Jaramillo Hernández. De 280 empleados que acudieron a dicha reunión, sólo unos cuantos se atrevieron a advertir acerca de los riesgos de solapar la falta de honradez y los excesos
en el sindicato.
Sin embargo, señaló uno de los trabajadores consultados, operó todo el aparato. Echaron a andar toda la maquinaria del Comité Ejecutivo Nacional del gremio de la CFE para manipular. Fue una mascarada lo que hicieron en la asamblea. De la dirigencia nacional asistieron Alejandro Chávez Anguiano, secretario de previsión social, y Carlos Ortega, secretario de Educación. No acudió José Tobón, coordinador regional del SUTERM, quien solapa a Urbina
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Otro de los asistentes comentó: “Chávez Anguiano se aventó un discurso barato con el que manipuló la asamblea. Las intervenciones de los oradores fueron limitadas, y los pocos que emitieron algunas críticas trataron de hacer conciencia en los compañeros de que Víctor Fuentes siempre habló de honestidad y trabajo, y con esos actos se contradice la supuesta línea del dirigente nacional.
“Hicieron operación zurcido. Remendaron todas las irregularidades y se ordenó el regreso inmediato –por encargo de Víctor– de la compañera rescindida. Según ellos, al devolver el dinero de la nómina alterada el daño ya está reparado”.
Es decir –comentó otro electricista–, si hubo un desfalco se ordenó que se regresara el dinero y con eso sepultaron el caso. La gente no quiere problemas con los dirigentes porque en el SUTERM hay cláusula de exclusión (si te expulsan del sindicato te corren de la empresa en automático). Se votó a mano alzada. Ya luego en privado siguieron las quejas, pero ahí, en la asamblea, había que aplaudir y dar por terminado el asunto
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