Londres, 17 de febrero. Al defender una vez más su programa nuclear, Irán advirtió hoy que no renunciará al enriquecimiento de uranio bajo ningún precio. La amenaza de ataques militares no nos detendrá. Al mismo tiempo, Rusia anunció que pospuso el envío a Irán de misiles de defensa antiaérea S-300 por problemas técnicos.

En medio de la escalada de tensión en torno al programa nuclear de la república islámica, y un día después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió en Moscú mayor presión contra Teherán, el director adjunto del servicio ruso de cooperación técnico-militar, Alexander Fomin se encargó de informar que por problemas técnicos se aplazó el envío.

Sin embargo, el jefe del fabricante de ese equipamiento, Vladimir Kasparyanz, desmintió esa versión y dijo que los misiles funcionan de manera impecable: No es una cuestión técnica, sino política, aseguró.

Los misiles podrían servir para defender las instalaciones atómicas iraníes de un posible ataque aéreo israelí.

Israel y Estados Unidos han pedido en varias ocasiones anular la venta de misiles rusos.

Teherán, mientras tanto, defendió una vez más su programa nuclear. Las potencias occidentales deberán acostumbrase a un Irán maestro del enriquecimiento de uranio, afirmó el representante iraní ante la AIEA, Ali Asghar Solatanieh, en entrevista a la revista británica New Statesman.

Ramin Mehmanparast, vocero iraní del Ministerio del Exterior, reiteró la negativa a la suspensión de enriquecimiento de uranio a 20 por ciento a cambio de isótopos, una propuesta hecha por tres potencias occidentales en una carta enviada a la AIEA.

No es en absoluto racional decir que Irán no debe producir (isótopos y uranio) que debería detener su fábrica de enriquecimiento y que le van a proporcionar el medicamento necesario, sostuvo.

La cancillería rusa confirmó el martes el envío de una carta conjunta con Estados Unidos y Francia a la AEIA, en la que ratifican las últimas propuestas hecha a Teherán para enriquecer uranio iraní en el extranjero, transformarlo en combustible y regresarlo a Irán para su uso en un reactor nuclear de investigación.

En este contexto, Ali Jamenei, líder supremo de Irán, acusó a Estados Unidos de belicismo y de transformar el golfo Pérsico en un depósito de armas, en respuesta a las acusaciones de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de que la República islámica avanza hacia una dictadura militar.

Jamenei recordó que fue Estados Unidos el que invadió Afganistán e Irak y ahora están acusando a la república islámica.

Por otro lado, Irán rechazó las críticas internacionales sobre la situación de los derechos humanos en su territorio, y se negó a aceptar una investigación externa sobre la violencia tras las elecciones presidenciales de junio de 2009, reveló un reporte oficial de la Organización de Naciones Unidas.