Bogotá, 17 de febrero. Un empleado de una funeraria de la ciudad colombiana de Cali dijo hoy que se llevó la sorpresa de su vida cuando una mujer que fue declarada muerta en un hospital movió las manos y empezó a respirar cuando estaba a punto de aplicarle una dosis de formol. La mujer, de 45 años, fue internada el lunes pasado por una esclerosis múltiple y poco después fue declarada muerta ante la total ausencia de signos vitales. Javier Aullón, empleado de la funeraria, recogió el cuerpo este martes y lo llevó hasta su lugar de trabajo, donde después de varias horas de haber sido expedido el certificado de defunción comenzó a manipular el cadáver. Cuando iba a aplicarle el formol movió una mano y luego movió la otra. Entonces la llevé al servicio de urgencias, dijo Aullón, tras señalar que es la primera vez que le ocurre eso en 18 años de experiencia. Médicos de la Clínica Universidad Libre, donde la mujer fue declarada muerta, dijeron que el diagnóstico se hizo por la falta de signos vitales, lo que se prolongó varias horas, y que el caso se conoce como síndrome de Lázaro.