Recuerdo del Rosario Philoso-phorum, de la escultora Maribel Portela, y Fell from glory (Caída del cielo), de la artista visual Mariana Magdaleno, son dos exposiciones de mucha actualidad, ya que responden a los reacomodos de la religión y la espiritualidad, expresa Ingrid Suckaer, curadora de la primera muestra.

Mientras Edgardo Ganado Kim, curador de la segunda, apunta que esa ambas exposicones tienen que ver con el cuerpo y el poder sobre el cuerpo desde la ideología.

Las dos están montadas en un lugar propicio para abordar temáticas alusivas a la religión, el Ex Teresa Arte Actual (Licenciado Verdad 8, Centro Histórico).

Los dibujos y collages en gran formato de Magdaleno (Distrito Federal, 1982), están sobre las paredes a manera de un novel muralismo, y las esculturas de cantera y grabados de Portela (Distrito Federal, 1960), se exhiben en la capilla.

“Rosario Philosophorum es un rescate curatorial de un texto de la Edad Media, que tuve en mis manos a raíz de una investigación que hice sobre el erotismo, una revisión desde 5 mil años antes de Cristo hasta el presente.

Me pareció interesante indagar cómo en esa época había una búsqueda por esa androginia que ahora, de una u otra manera, está presente en el reacomodo de la identidad sexual. Este texto, en su complejidad histórica, permite comprender cómo siempre el ser humano busca encontrar un eco espiritual, pero también una identidad sexual que le permite integrar lo masculino y lo femenino, señala Suckaer.

Tratado perseguido por la Iglesia

Hace más de año y medio Ingrid Suckaer le dio el texto, que comprende 20 imágenes, a Maribel Portela, con el propósito de que hiciera una interpretación contemporánea del tratado, que se remonta a 1550, y que fue perseguido por la Iglesia, pero a principios de los años 80 del siglo XX se encontró un ejemplar en una biblioteca alemana. Inicialmente, la escultora empezó a trabajar en barro, pero en cierto momento decidió que no era el material que más le convenía, entonces pasó a tallar la cantera y hacer grabados.

Suckaer acota que este texto alquímico fue escrito en un momento en que estaba la disyuntiva “entre protestantismo y catolicismo. Había la necesidad de plantear el cristianismo de otra manera, que no fuera por medio de los sacerdotes, de los pastores, sino que hubiera una posibilidad de comprender la espiritualidad de otra forma.

Para los alquimistas integrar lo femenino y lo masculino en una sola persona permite ver hacia el cielo y llegar a la iluminación, asevera.

Los dibujos y collages de Mariana Magdaleno giran alrededor de la infancia, su imaginativa, su búsqueda de la identidad, la sexualidad y el juego. La exposición partió de la exploración de esos medios registrada por la artista en un libro exhibido en la nave del otrora templo.

De los más de 80 trabajos, donde pegó recortes de figurines infantiles de los años 50 de la centuria pasada reinterpretados con dibujos, cuatro se eligieron para realizarse en vinil, en gran formato sobre las paredes.

Se trata de Perdona mis ofensas como yo perdono a aquellos que me ofenden, 70 veces 7, Dejad que los niños vengan a mí y La última cena.

Para Magdaleno, el dibujo es un medio vinculado a los niños, quienes lo primero que hacen es pintar sobre las paredes. Por esos siempre está a la búsqueda de todos estos momentos que hacen de la infancia algo relevante para tu vida después.

Al respecto, agrega la artista que estos valores, como los de la religión, la moral, el bien y el mal son como capitas que nos ponemos.