Raydel López Uriarte, El Muletas, operador del cártel de Sinaloa y lugarteniente de Eduardo Teodoro García Simental, El Teo, fue capturado ayer por policías federales y elementos del Ejército y la Marina en un operativo sin sangre realizado desde las 7:30 de la mañana en La Paz, Baja California Sur.

Tras la aprehensión el 12 de enero pasado de El Teo y de Diego Raymundo Gutiérrez Gómez en la misma ciudad, este lunes más de cien elementos llegaron a la colonia mientras dos helicópteros vigilaban desde el aire, y un comando irrumpió en la vivienda donde se encontraba López Uriarte, quien no opuso resistencia.

Al presunto delincuente de inmediato se le trasladó a la ciudad de México y otros dos sujetos cuyos datos fueron omitidos también fueron capturados durante el operativo, que según el secretario de Seguridad Pública Estatal, Lenin Rodríguez Aguilar, se dirigió en completo sigilo desde la ciudad de México y del que nadie tuvo previo conocimiento.

Según informes de inteligencia de la Procuraduría General de la República (PGR), El Muletas era considerado viable sucesor de El Teo en el cártel de Sinaloa, que disputa el control del tráfico de drogas en la frontera entre México y Estados Unidos a los hermanos Arrellano Félix, fundadores del cártel de Tijuana.

El Muletas se identificó como Raúl Rangel, pero una revisión en la base de datos de las fuerzas federales permitió reconocerlo como el buscado narcotraficante miembro del cártel de Sinaloa, que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.

Durante la madrugada de este lunes en la zona este de Tijuana, Baja California, tuvo lugar otro operativo en el que dos hombres más fueron capturados, uno de ellos Manuel García Simental, El Chiquilín, quien asumió la jefatura del cártel en esta frontera tras de la detención de su hermano El Teo, trascendió en fuentes policiacas.

Apenas el jueves pasado, Diana López Udiarte (de 24 años), hermana de El Muletas, fue secuestrada por seis sicarios en el estacionamiento de una tienda de Tijuana, y otro de sus hermanos, Marco Antonio, está preso en un penal de máxima seguridad tras participar –según autoridades estatales– en los motines de septiembre de 2008 en la penitenciaria local.

Otra balacera entre presuntos integrantes del cártel del Golfo y elementos de la Armada tuvo lugar la madrugada del lunes –con duración de unas dos horas– en una colonia popular de Reynosa, Tamaulipas. El tiroteo dejó seis muertos: tres pistoleros y tres marinos, según mensajes de texto y cápsulas de audio que compartieron testigos en la red social Twitter.

En otros hechos, Omar Alonso Sarabia Martínez y Víctor Pérez Pérez, coordinadores de la policía de Salvatierra, Guanajuato, fueron asesinados ayer a las 8 de la mañana, cuando desconocidos les dieron alcance en un vehículo y abrieron fuego contra su patrulla con fusiles de asalto AK-47.

En Santa María del Oro, Nayarit, el policía municipal Miguel Velázquez Flores también fue ultimado a tiros.

Otras 16 personas murieron al parecer a manos del crimen organizado en varias entidades, entre ellas Jesús Alejandro Duarte Herrera, estudiante de la Universidad Autónoma de Chihuahua, a quien dieron cuatro balazos en Ciudad Juárez.

Del total de víctimas, nueve correspondieron a Sinaloa e incluyen a las de un triple homicidio en Culiacán, así como a un hombre identificado como Jesús Zazueta, quien fue rematado a tiros por un comando en el Hospital General de la propia capital estatal, donde sus previas heridas de bala eran atendidas de urgencia. Otra de las ejecuciones fue perpetrada en la comunidad serrana de El Tiro, municipio de Concordia, donde sicarios asestaron hasta 500 balazos a Roberto Ontiveros Rodríguez.

De los restantes asesinatos, tres fueron cometidos en Guerrero: uno en Puerto Vallarta, Jalisco; otro en Izcalli del Valle, municipio mexiquense de Tlalnepantla, y el último en una comunidad yaqui de Sonora.

Raymundo León, Antonio Heras, Carlos García, Jesús Narváez,

Rubén Villalpando, Javier Valdez, Irene Sánchez, Sergio Ocampo,

Javier Santos, Silvia Chávez y

Ulises Gutiérrez, corresponsales. Con información de Alfredo

Méndez, reportero