Cuatro sujetos vestidos de negro y armados con rifles de alto poder irrumpieron a las dos de la madrugada de ayer en el bar La Herradura de la zona dorada de Mazatlán, Sinaloa, y ejecutaron a tres personas dentro del establecimiento, a otras dos afuera y a una más en momentos en que se daban a la fuga.

Fuentes oficiales dijeron que los pistoleros al parecer llevaban a un rehén y mientras uno de ellos lo custodiaba quedándose a las puertas del negocio, los demás entraron y tras disparar al aire y obligar a los presentes a tirarse al suelo, abatieron al cliente Manuel Cornero Valles, originario de Chihuahua, y junto con él a los meseros Hernán Ruiz Moreno, de 35 años, y Ariel Garzón, de 18.

Los atacantes continuaron disparando al salir del antro, ubicado sobre el malecón, y en medio de la balacera también perecieron el vigilante Érik Iván Mijangos Contreras, de 18 años, así como el taxista Miguel Ángel Somoza Rendón, de 38, mientras al rehén –que estaba maniatado– lo ejecutaron y luego escaparon.

Otra persona murió en Culiacán cuando recibía los primeros auxilios tras recibir varios balazos; mientras, en una vivienda del fraccionamiento Country de Los Mochis, municipio de Ahome, militares incautaron siete armas largas, entre ellas cinco fusiles AK-47 y un Barret calibre 50 contra blindajes, así como dos granadas de fragmentación, mil 400 cartuchos útiles y una camioneta blindada.

Junto a las anteriores y otras 11 víctimas también atribuidas al crimen organizado en Chihuahua, fuentes policiales y testigos reportaron 16 asesinatos más en distintas entidades, de los cuales cinco fueron perpetrados en Tijuana, Baja California, e incluyen a Ángel Meza Balbuena, jefe de grupo de la Policía Estatal Preventiva interceptado y abatido a tiros en el bulevar Cucapah.

Entre los cinco ejecutados de la misma localidad fronteriza también figura Severo Esteban Rodríguez Zárate –empleado de una taquería de la colonia Sánchez Taboada y hermano, según fuentes extraoficiales, de un policía ministerial–, quien recibió siete balazos en la cocina del establecimiento.

En el municipio de Montemorelos, Nuevo León, militares enfrentaron a sicarios que dispararon al verlos aproximarse. En la acción murieron dos presuntos delincuentes y seis más fueron detenidos, tres de los cuales iban heridos. Los hechos tuvieron lugar después de las 22 horas del viernes, y tras la refriega los soldados incautaron seis fusiles, una pistola, dos granadas de mano, 40 cargadores, 725 cartuchos útiles y cuatro vehículos.

Además, un hombre fue acribillado dentro de una tienda de autoservicio de la colonia Kennedy en Nogales, Sonora.

María Mayela Corral García, de 42 años, murió baleada en la capital de Durango.

Los restantes siete asesinatos fueron perpetrados en Guerrero. Uno se cometió en Chilpancingo, tres en Ciudad Altamirano y tres más en Ayutla de los Libres. Las víctimas en este último municipio aparecieron semienterradas en una fosa clandestina.

Javier Valdez, Irene Sánchez, Antonio Heras, David Carrizales, Sergio Ocampo, Ulises Gutiérrez y Saúl Maldonado