El dramaturgo y director teatral Xavier Rojas (Puebla, 1921), fallecido la tarde del jueves, recibió ayer un homenaje de cuerpo presente en el teatro El Granero (atrás del Auditorio Nacional), del cual fue fundador y donde llevó a cabo sus montajes más celebrados.

Hasta ahí acudieron algunos de sus amigos y personajes del medio teatral. Entre ellos, Luis de Tavira, quien describió a Rojas como uno de los constructores de la modernidad teatral del México posrevolucionario, lo cual implicó una fractura importante con el pasado y una reconstrucción del tejido teatral,

Su labor fue determinante desde los tiempos en que funda el teatro estudiantil autónomo, movimiento de finales de los años 40 y principios de los 50, un teatro destinado a formar público.

También estuvo vinculado al surgimiento del movimiento cultural en el Instituto Politécnico Nacional, “donde comenzó a formar grupos y más tarde fue uno de los pedagogos fundamentales de la Academia Andrés Soler; finalmente se le debe la construcción junto con el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez de este espacio, un teatro círculo, algo entonces inusitado y donde dirigió a los autores más significativos del teatro contemporáneo.

“En el momento de su despedida –sostuvo De Tavira–, lo que debe privar entre nosotros es un sentimiento de profunda gratitud, que implica reconocimiento, conocimiento. Tenemos que entrar en conocimiento de esta labor y rescatarla del olvido y la ignorancia.”

Miguel Sabido –también dramaturgo y director– tenía una estrecha amistad con Rojas, de quien resaltó su calidad personal y lo definió como “el gran director del realismo norteamericano; sus puestas en escena fueron gloriosas, hizo La gota de miel con Jacqueline Andere, cuando era una adolescente; con María Douglas hizo El deseo bajo los olmos; era una persona con preocupaciones sociales muy fuertes, por eso puso Los desarraigados.”

Introdujo un realismo que a su vez influyó mucho dentro de la escuela realista mexicana de teatro, con Emilio Carballido y Luisa Josefina Hernández, si bien su teatro estudiantil fue importante, donde realmente hay que resaltar su aportación es en su interpretación del teatro realista con las características del siglo XX; ahí es donde aportó mucho.

El actor Ricardo Blume trabajó una vez bajo la dirección de Xavier Rojas en la Compañía Nacional de Teatro, en una obra de Shaw: No conocí su época de oro aquí en el Granero. En su papel de director te dejaba hacer, sólo te hacía indicaciones sobre lo que no salía como él quería, pero no era difícil ni conflictivo.

Enrique Singer, director de Teatro de la UNAM, vio el último trabajo teatral de Rojas, El eclipse: En éste se veía toda su trayectoria, el peso de su experiencia. Ya no pude ver el cuerpo total de su trabajo, el que lo dio a conocer y le dio prestigio, pero sí puedo distinguir su legado en muchas generaciones.

También asistió la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, más como admiradora que como autoridad cultural. Dijo que en esa dependencia se prevé realizar algunas actividades para reconocer y divulgar las aportaciones artísticas e institucionales” de Xavier Rojas.