El avance de las artes plásticas en el planeta se desplaza a periferias, a partir de hechos tan contundentes como la vida intensa del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, el Musac, que cumplirá cinco años el primero de abril y destaca, en términos de su director, Agustín Pérez Rubio, como un museo del presente, autonómico, que representa a la España de la diversidad, las autono-mías, la democracia y un museo que hace bisagra entre el final del siglo XX y el inicio del XXI; un espacio donde los visitantes encuentran ideas, no solamente exposiciones.

Este sábado inicia sus actividades especiales por su quinto aniversario con la puesta en marcha del proyecto Primer Proforma 2010, a cargo de los artistas vascos Txomin Badiola, Jon Mikel Euba y Sergio Prego, en un formato revolucionario e involucra al público, a otros artistas, en una forma nueva de entender, apreciar, asimilar hechos artísticos.

Sin espectacularidades superfluas en sus intenciones, resulta sencillamente espectacular un museo de tan avanzada vanguardia en una población, la ciudad española de León, de 140 mil habitantes estrechamente vinculados a las actividades que desarrolla un organismo de cultura tan peculiar, en una sociedad tradicionalmente conservadora.

El impacto logrado en tan poco tiempo es tal que para 2011 estará en funcionamiento un servicio de transporte ferroviario de última generación, el tren de alta velocidad y confort conocido como Ave. Este gran museo se construyó en la ciudad de León y no en la capital Valladolid, con el propósito claro de descentralizar, explicó Pérez Rubio a La Jornada durante una visita que propició la Fundación Carolina y Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Ceasex), instancias independientes del gobierno español y cuyo propósito esencial es la divulgación y proyección externa de la realidad cultural española.

El edificio por sí mismo es un prodigio. Fue diseñado por los arquitectos españoles Emilio Tuñón y Luis M. Mansilla. Se consolidó como uno de los referentes arquitectónicos en el mundo entero luego de que en 2007 le fue otorgado el Premio Mies Van der Rohe de Arquitectura Contemporánea, que distingue cada año, como fue ese el caso, a una obra específica como el mejor edificio de Europa.

Sus características arquitectónicas también son impresionantes: está integrado al entorno con una lógica de continuidad que elimina, sin quitarlas, las puertas: el interior del museo es una continuación de la calle, de la plaza adjunta, de los edificios contiguos y su exterior, constituido por paredes de cristal, se erigen como vitrales contemporáneos y sus colores provienen de un detalle que es un guiño: si el espectador se adentra unos metros, observará en una pared la fotografía de los vitrales de la catedral de León, un detalle de esa fotografía reduce a un pixel, un fragmento infinitesimal de esos vitrales y con base en ese procedimiento están elaboradas las paredes exteriores del museo: como una amplificación monumental del pixel al que se redujeron los vitrales originales de la catedral leonesa, que impresiona por cierto en esta temporada invernal porque asemeja un óleo impresionista.

El Musac es un nuevo espacio para la cultura, entendida esta como aquello que hace visibles los vínculos entre los hombres y la naturaleza. Un conjunto de salas de exposiciones autónomas y encadenadas permite realizar exposiciones de diferentes tamaños y características; cada sala, de forma quebrada, construye un espacio continuo, pero diferenciado espacialmente, que se abre a las otras salas y patios, propiciando visiones longitudinales, transversales y diagonales. Quinientas vigas prefabricadas cierran unos espacios caracterizados por la repetición sistemática y la expresividad formal.

El contenido es también fundamental: el Musac posee a la fecha más de 2 mil 400 obras en su colección, con un elevado porcentaje de arte asiático (de hecho es la colección más grande en este rubro en el mundo) y latinoamericano. Todas las obras pertenecen a un periodo determinado con intención clara: el marco temporal responde a tres momentos clave en la historia reciente: la caída del muro de Berlín, en 1989, la puesta de largo de la sociedad española y su presentación internacional en 1992 y los bicentenarios de las repúblicas iberoamericanas.

Aventura de tres artistas

En 2003, informa Pérez Rubio, dispusimos de millón y medio de euros para comprar obra y una vez establecidas cantidades monetarias, destaca un aspecto axial: no hay interferencia política en nuestras decisiones artísticas. Todo el dinero proviene de la Junta de Castilla-León. Somos un museo autonómico.

La cifra de visitantes anuales es otra evidencia de la supremacía mundial de este museo consagrado como pocos al arte de la mayor actualidad: 165 mil visitantes cada año.

Del 10 al 29 de enero las salas del Musac permanecen cerradas debido al montaje de las nuevas exposiciones, ya entabladas con la celebración de su quinto aniversario.

Culminaron por lo pronto tres exposiciones que impactaron al público: La pintura y la furia, del artista madrileño Jorge Galindo, que es una muy atractiva y eficiente declaración de principios en torno al oficio y la posición del pintor en el mundo actual; La noche de plomo, del suizo Ugo Rondinone, una impactante disposición onírica cargada de melancolía, realismo emocional y la fascinación del artista con los rituales, los sueños, la poesía y lo cotidiano en la condición humana; y Kyong Park: las nuevas rutas de la seda, del teórico y activista Kyong Park, una exploración sumamente original de la naturaleza y sentido de los viajes, en particular el intrincado trayecto Estambul-Tokio, para conformar las relaciones y los territorios culturales, sociales y políticos a lo largo y ancho del continente asiático, Eurasia y Medio Oriente, que este artista coreano caracteriza como las nuevas rutas de la seda.

Este sábado se inicia la nueva aventura, encabezada por los artistas vascos Badiola, Euba y Prego, para trascender las nociones convencionales de actividad expositiva y/o didáctica llevada a cabo hasta el momento.

El proyecto incluye la reclusión total de los tres artistas vascos además de un equipo de 15 personas para cuya selección está en proceso una convocatoria.

Estalla, en suma, lo conocido, se da el giro necesario a lo manido, se superan lugares comunes, se rompen cartabones y se erige una vanguardia fidedigna, honesta, verdadera para el arte contemporáneo desde un rincón del frío, el paisaje y la capacidad humana del asombro.

Eso es el Musac.