El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, sostuvo que el gobierno debe ser una caja de cristal que resguarde una caja fuerte donde se preserven los activos nacionales más valiosos que puedan poner en riesgo la integridad del país. Al acudir a la Cámara de Diputados a clausurar el seminario Retos y Perspectivas Legales en Materia de Protección de Datos Personales, el funcionario también respondió al PRI en torno a la reforma política: quiero entender que no se ha descartado como prioridad.

Antes de dirigir un mensaje a los asistentes al salón Verde del Palacio Legislativo, Gómez Mont exhortó al Congreso a tomar las decisiones que por largo tiempo se han detenido. Al inquirirle acerca de si el gobierno federal ha optado por la derrota en torno a la discusión de la reforma política que el PRI rechaza, respondió:

Este tema puede y debe ser abordado al tiempo que se tocan otros. No somos un país monotemático y la calidad de los temas que urge definir es la agenda que nos obligará a multiplicar las posibilidades de discusión y de análisis.

Momento de redefinición

Frente a la determinación del Ejecutivo federal, vía la PGR, de imponer un tribunal que califique las decisiones del IFAI, el funcionario manifestó una posición distinta:

Lo digo y lo ratifico en este momento de redefinición de la política de la transparencia. ¡No debemos poner en riesgo la eficacia del IFAI! Las valoraciones que ahí se hacen ante los tribunales respecto a si pueden ser revisadas sus decisiones o no, deben ser ponderadas profundamente, y deben tomar en cuenta que en la Federación hay un altísimo cumplimiento a las exigencias del instituto en función de los esquemas actuales.

Sobre el particular insistió en que si una instancia como el IFAI funciona, debe ser preservada, defendida y mejorada. Este es un análisis que debe ser ponderado por los jueces, del cual estaremos pendientes con absoluta honestidad de no comprometer lo que ahora ha resultado eficaz.

En su corta alocución el secretario refirió que las políticas de transparencia y de acceso a la información se perfilan como una demanda central de la transición política en México y de la consolidación de un sistema democrático.

Que lo público sea público y publicable. Que lo discreto se justifique para mantenerse discreto, y que lo secreto no sea ¡nunca! condición eterna para que siempre los pueblos puedan revisar el tiempo, su propia historia, sin comprometer su seguridad.

Fue en ese momento cuando se refirió al gobierno como una caja de cristal donde se preserven aquellos secretos que impliquen riesgos probables para el país.

Al referirse al tema de los datos personales, Gómez Mont manifestó su oposición al manejo que se hace comercialmente de éstos:

“La discusión de lo público implica el debate en torno a la intimidad. La democracia ha quedado muchas veces trastocada por esta confusión de la público en lo privado y de lo privado en lo público.

El avance de las comunicaciones hoy nos obliga a revisar cuándo tienen un carácter intrusivo que empobrece la calidad de la vida de los seres humanos y cuando sirve para potenciar sus posibilidades. La necesidad de la organización económica y comercial para poder potenciar su relación con clientes reales no debe olvidar este principio: no sólo tratan con consumidores, como los políticos no sólo tratan con electores, tratan con seres humanos que necesitan de espacios reservados para sostener su integridad, para recobrar su fortaleza, para expresar sus emociones. Hay espacios donde los seres humanos sólo debemos responder frente a nosotros mismos, y deben ser vedados a su exposición social o a su intrusión.