Se estima en 500 millones de dólares el costo de la estrategia
Viernes 29 de enero de 2010, p. 27
La comunidad internacional acogió el plan de paz y reconciliación con los talibanes del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, así como su compromiso de asumir la responsabilidad de la seguridad del país en un plazo de cinco años, en una conferencia que dio la primera señal de buscar una salida al prolongado conflicto luego de ocho años de intervencionismo militar.
Para aplicar su plan de reconciliación, que busca reinsertar en la sociedad a los talibanes que estén dispuestos a renunciar a la violencia, Karzai anunció la creación de un Consejo Nacional para la Paz, Reconciliación y Reintegración, o Loya Jirga, en el que participarán todos aquellos que no tengan vínculos con la red Al Qaeda.
Para financiar este plan, cuyo costo está estimado en 500 millones de dólares, la conferencia expresó su determinación de crear un Fondo de Paz y Reintegración, y este día se comprometieron ya más de 140 millones de dólares para el primer año del programa.
Las 70 naciones y organizaciones participantes en la conferencia de Londres sobre Afganistán, acordaron que las fuerzas afganas empiecen a asumir responsabilidades de seguridad a finales de 2010 o comienzos de 2011, si las condiciones lo permiten
, en algunas provincias del esa nación.
De acuerdo con la declaración final, el gobierno afgano deberá tener el control de la mayoría de las operaciones en un plazo de tres años, y asumir la responsabilidad de la seguridad total en cinco.
No obstante, en entrevista difundida en la BBC antes de que empezara la reunión, Karzai, que también pidió la colaboración de Arabia Saudita y sus vecinos, en particular de Pakistán, en el proceso de paz, indicó que su país necesitará todavía ayuda militar occidental durante 10 o 15 años.
Colombia, que participó en el encuentro, ofreció su ayuda a Afganistán para luchar contra el narcotráfico y el terrorismo.
El primer ministro británico, Gordon Brown, que inauguró la conferencia, manifestó que para aquellos insurgentes que se nieguen a aceptar las condiciones de reinserción, no hay otra opción que perseguirlos militarmente
.
Por su parte, la resistencia afgana del movimiento talibán calificó de instrumento de propaganda la conferencia de Londres, y la consideró un engaño del primer ministro británico y del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, para continuar la ocupación.