Completó siete décadas y todavía mantiene la filosofía de que después de los 65 años la gente sigue siendo productiva (y) no hay porqué jubilarse.

Pero sobre todo, Carlos Slim Helú ya no sólo es uno de los tres hombres más ricos del mundo, sino uno de los cinco más poderosos. La diferencia es amplia.

La nueva referencia la recibió el empresario apenas este jueves, día de su cumpleaños número 70. Un regalo de la revista Forbes, que cada año calcula la fortuna personal de los hombres y mujeres más ricos del mundo.

Hace tres años Forbes calculaba la fortuna del ingeniero en 60 mil millones de dólares, pero al señalarlo entre los cinco más poderosos, se hace mención de que sólo tiene 35 mil millones. No es la primera vez que la caída en los mercados afecta la valoración de su riqueza. Hace algunos años se le preguntó sobre los vaivenes que marcan los índices bursátiles en las fortunas personales: Alguien que tiene casa propia, a menos que quiera venderla, no se preocupa todos los días por ver cuánto vale su propiedad, respondió.

La presentación de Forbes dice de Slim Helú: “Fuente de poder: América Móvil, Teléfonos de México. Hijo del inmigrante libanés fue el segundo hombre más rico del mundo en 2008. Telmex controla 90 por ciento de las líneas de telefonía fija en México; en América Móvil tiene más de 173 millones de clientes en América Latina. Fanático del béisbol y coleccionista de arte. También invierte en la construcción, distribución, banca, ferrocarriles, minería y los medios de comunicación. Compró 6.9 por ciento en The New York Times el año pasado”.

Celebraciones públicas

Al parecer, sin mayor relación que su propio dinamismo en los negocios, Slim Helú tuvo, previo a su 70 aniversario, una inusitada semana de actividades públicas que lo mantuvieron en los principales medios informativos, en pro y en contra, particularmente sobre temas de telecomunicaciones.

Arrancó la jornada de celebraciones con el anuncio del intercambio accionario en América Móvil, Carso Global Telecom y Telmex Internacional, una operación sobre la que él mismo dijo: no la han entendido.

El 19 de enero dio a conocer que a través del Instituto Carlos Slim de la Salud aportará 65 millones de dólares para una investigación que pretende determinar las bases genómicas del cáncer en la población mundial; de la diabetes mellitus en población de México y América Latina, y aspectos de la insuficiencia renal.

Un día después presentó su programa Telmex 2010, impulso a la innovación tecnológica, mediante el que se pretende arrancar acciones para dotar al país de mayor conectividad, impulsar la educación y la cultura digital, así como el desarrollo de las tecnologías de la información.

Filosofía empresarial

Hace cuatro años, cuando Slim Helú celebró el medio siglo de vida de su brazo financiero, Grupo Financiero Inbursa, el empresario reveló un aspecto poco conocido de su vida, un decálogo de acciones aprendidas de su padre y sobre las que basa su filosofía empresarial:

Estructuras simples y organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, con desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas; austeridad en tiempos de vacas gordas para evitar los amargos y dramáticos ajustes en épocas de crisis; mantenerse siempre activos, incrementar la productividad y competitividad, reducir gastos y costos.

La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. Nos sentimos grandes en nuestros pequeños corralitos. Mínima inversión en activos no productivos; no hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad en los objetivos y con conocimiento de los instrumentos para lograrlos; dinero que sale de la empresa se evapora, mejor reinvertir las utilidades; la creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios, también es la solución de muchos de los problemas de nuestros países; el optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos; todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo, y nuestra premisa es y siempre ha sido, tener muy presente que nos vamos sin nada, que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que la administra temporalmente.