Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Cinco brevedades
ENRIQUE HÉCTOR GONZÁLEZ
Un poeta
ARIS DIKTAIOS
Camus y la muerte absurda
RICARDO BADA
El absurdo y el hombre rebelde de Camus o
volver a empezar
ANTONIO VALLE
Camus: regreso al hombre rebelde
GUILLERMO VEGA ZARAGOZA
Siete preguntas para una escritora fuera de serie
ESTHER ANDRADI entrevista con LUISA VALENZUELA
Leer
Columnas:
Prosa-ismos
ORLANDO ORTIZ
Paso a Retirarme
ANA GARCÍA BERGUA
Bemol Sostenido
ALONSO ARREOLA
Cinexcusas
LUIS TOVAR
La Jornada Virtual
NAIEF YEHYA
A Lápiz
ENRIQUE LÓPEZ AGUILAR
Artes Visuales
GERMAINE GÓMEZ HARO
Cabezalcubo
JORGE MOCH
Directorio
Núm. anteriores
jsemanal@jornada.com.mx
|
|
Palacio de Bellas Artes. Liposucción y hábitos
Poco sabremos sobre los presupuestos que este año impulsen la celebración del Bicentenario. En asuntos musicales, por lo pronto, la polémica comenzó por lo alto con el concierto de Plácido Domingo en avenida Reforma, llevado a cabo sobre un escenario gigante, cuyas pantallas de video y sistemas de audio se distribuyeron repetidamente a lo largo de varios cientos de metros (por no hablar de árboles monumentales, pistas de hielo y shows en video). Con tal banderazo de salida, festivales, ciclos y ferias de todo el país se verán obligados a la competencia de ver quién mueve mejor las matracas y hace mayor escándalo patrio. Tiempo de caos, éste que se nos viene servirá, al menos, para darle a la gente una oferta nunca vista en espectáculos gratuitos. Sí, lo hemos dicho antes. Pero hay un lado oscuro.
Los dispendios no se enfocarán únicamente a la contratación de artistas más o menos notables, sino a la actualización de museos, parques, plazas, monumentos y foros que desde hace años aguardan pretexto para volver a la vida. Tal es el caso del Palacio de Bellas Artes, cerrado parcialmente a fin de remodelarse tras setenta y seis años de servicio continuo. Así, 600 millones de pesos son los costeados para que su sala principal pueda “equipararse a otras como las Óperas de París y Viena”, según expertos. Reducción de butacas, nivelación de escenario, compra de nuevos sistemas de audio, luz y video, computarización de tramoya y foso, son algunas de las necesidades diagnosticadas por especialistas de la UNAM al servicio del Conaculta. Con tales mejoras buscan que la belleza del recinto se integre a una experiencia sensorial completa, acorde con la altura de quienes allí se presentan. Ojalá, para empezar, que el dinero de verdad quede reflejado en los ojos y oídos de la audiencia a partir de septiembre, y no en los intermediarios oportunistas que duran te años como éste reavivan sus viejas prácticas corruptas.
Plácido Domingo |
Según ha dicho el inba en algunos co municados: “La tecnología con la que contaba el Palacio era muy obsoleta e ineficaz para una sala de teatro moderna.” Comenzado por el arquitecto italiano Adamo Boari en 1904 y concluido tres décadas después por su discípulo, el mexicano Federico Mariscal, el Palacio de Bellas Artes ha tenido arreglos paliativos para cubrir filtraciones de agua y su ya conocido hundimiento. Lo increíble, y que hoy nos motiva a escribir, es que sigamos comportándonos con aires de primer mundo cuando son nues tros procedimientos los que deberían pasar por el ojo de la revisión.
Toda gran sala de conciertos en las ciudades más desarrolladas del globo cuenta con algo fundamental: mantenimiento. De nada sirve comprar un par de zapatos finos si nunca los vamos a bolear. Resultado de una actitud reciclista, vemos en proyectos monumentales la repetición de patrones aceptados al momento de adquirir una licuadora de 500 pesos, pero no equipo por 600 millones. Así las cosas, desde aquí preguntamos cuáles serán esos nuevos pro cedimientos que evitarán que para las celebraciones del 150 aniversario de la Revolución sean otros gobernantes los que vuelvan a colgarse las medallitas del “rescate cultural”.
Asunto mil y un ve ces visto, de pronto nos acordamos de que como nación merecemos lujos especiales, gus tos ocasionales, fiestas excepcionales, pero ol vidamos preguntas cotidianas como: ¿cuáles serán los nuevos criterios para seleccionar a quienes se presenten de ahora en adelante en Bellas Artes? De María Callas a Juan Gabriel, su experiencia en distintas administraciones exige estatutos para una nueva y clara ruta. Y no se trata de rudeza innecesaria ni de conservadurismos retrógradas. Genui namente creemos en la flexibilidad de cualquier espacio para el arte contemporáneo. Se trata, nuevamente, de mantenimiento . O sea, de mantener un nivel de funcionamiento.
En fin. Mientras evaluamos los resul tados de semejante cirugía estética (¡cuántas veces hemos visto que si los hábitos no cambian los problemas regresan!), quepa la recomendación para asistir al discreto Anfiteatro Simón Bolívar, al ciclo de Música de Cámara, que hoy domingo 17 continúa actividades con el Ensamble de Cámara de la ofunam interpretando tangos de Piazzolla, Mariano Mores, Pugliese, Gardel, Edgardo Donato, Ángel Villoldo, Matos Rodríguez y René Torres, a cargo de Arturo González, violín y director musical ; Mariano Ba tista, violín ; Érika Ramírez, viola ; Jorge Amador, violonchelo ; Fernando Gómez, contrabajo ; René Torres, bandoneón ; Francesco Fabris, piano.
|