Portada
Presentación
Bazar de asombros
HUGO GUTIÉRREZ VEGA
Economía y cultura
ANGÉLICA ABELLEYRA (coordinadora)
Negación a pesar de la evidencia
CARLOS GARCÍA DE ALBA
Alentar la economía cultural
HÉCTOR GARAY
Triángulo de voces
ANGÉLICA ABELLEYRA
Medios sin mercados
CARLOS RAÚL NAVARRO BENÍTEZ
Hacia un sistema económico del sector cultural
EDUARDO CRUZ VÁZQUEZ
Ser vendedores de cultura
FEDERICO GONZÁLEZ COMPEÁN
¿Públicos o consumidores?
EDUARDO CACCIA
La escritura fronteriza
ADRIANA CORTÉS KOLOFFON entrevista con ANDRÉS NEUMAN
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Columnas:
La Casa Sosegada
JAVIER SICILIA
Las Rayas de la Cebra
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Bemol Sostenido
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Felipe Garrido
Devotísimo
Había una vez un abogado devotísimo que iba a misa todos los días, a las siete de la mañana, y que entornaba los ojos deslumbrado por el resplandor del oro que coruscaba en las columnas salomónicas, en las imágenes estofadas, en el copón que el sacerdote alzaba a la vista de los fieles. Cuando la ceremonia había terminado se quedaba un tiempo aún, con los ojos cerrados, de rodillas, abstraído en sus oraciones, concentrado en el objeto de su adoración. Compartía el nombre con el más ilustre de sus abuelos y, si la ocasión se prestaba, se hacía pasar por él para aprovecharse de las pequeñas o grandes ventajas que eso le proporcionaba: lo mismo algún descuento en la compra de unos libros que el acceso a un secretario de Estado o a un mago de las finanzas. Supo siempre arrimarse al árbol más robusto y ganó no las causas justas, sino las que estaban ganadas. Hoy goza de prebendas vitalicias, devoto como siempre del oro, el único dios verdadero. |